Los señalamientos de escándalo sexual abarrotaron al departamento policiaco de Nebraska en EUA, después de que una agente de la Patrulla Estatal denunció que fue obligada a hacerse exámenes ginecológicos, que desde su experiencia la humillaron y ultrajaron. Su denuncia escaló a las más altas esferas de la policía, sin embargo, nadie le creyó.
Las acusaciones de Brienne Splittgerber apuntan directamente a dos exdirectores y otros subordinados del área administrativa por permitir, coludir y silenciar los abusos sexuales a las reclutas.
En los testimonios de la mujer de 37 años, se revela que en otoño de 2014, antes de ser aceptada a los cuerpos policiacos, tuvo que tomar una revisión médica ‘obligatoria’: «Me pidieron que me quitara los calzones, me acostara boca arriba sobre la mesa y que flexionara mis piernas para exponer mis genitales», dijo al diario local Omaha World-Herald.
Splittgerber explicó que después de eso le pidieron que se diera la vuelta para