El 31 de enero del próximo año es la fecha límite para Canadá, Estados Unidos y México para llegar a un acuerdo sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Pero no vayamos tan rápido, apenas este viernes terminó la tercera ronda de negociaciones, en la que Estados Unidos se ha visto a la ofensiva con las propuestas en varios rubros como el sector agrícola, del que propuso eliminar el mecanismo de solución de controversias comerciales por dumping (abaratar su costo de producción o precio final) y subsidiar productos perecederos, pero sólo aplicado a las exportaciones estadounidenses. A lo que el titular de la Secretaría de Economía, Ildefonso Guajardo, salió al paso a dejar en claro que México será flexible en la medida en que los otros dos países lo sean.
Con el cierre de la tercera ronda también se dio por terminado el tema de las pequeñas y medianas empresas (pymes), sobre las que se negoció su impulso en los tres países, pues éstas forman parte fundamental del crecimiento económico y de un mercado más sano.
Para la cuarta ronda, que será en Washington, del 11 al 15 de octubre, se espera que haya avances en sectores fundamentales en tres agendas: comercial, política y de normativa laboral y que los acuerdos no sean estratégicos pero no depredatorios ni desleales.
Octubre será clave para vislumbrar si se cierra el mejor acuerdo en términos de competencia y para establecer algo que, si se negocia bajo los términos de Estados Unidos, a México le costará trabajo: las reglas de origen, es decir: el porcentaje mínimo de materia prima que debe tener un artículo en su manufactura para denominarse original de un país.
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