El caso de Daryll Rowe ha llegado a su fin. El hombre, famoso por infectar a propósito a diez de sus parejas con VIH después de conocerlos en la aplicación de citas Grindr, ha sido declarado culpable luego de un largo proceso judicial en Inglaterra.
La macabra historia de Daryll comenzó en abril de 2015, cuando lo diagnosticaron con el virus. Los médicos se preocuparon cuando dejó de acudir a las citas para el tratamiento antirretroviral, lo que lo habría vuelto menos contagioso. Rowe había sido advertido de que podría ser arrestado si transmitía el virus, pero a este no le importó.
Daryll fue arrestado y dejado en libertad en 2016. (Foto: Chronicle Live)
Para enero del 2016 ya enfrentaba ocho denuncias en Brighton, Reino Unido, por infectar a propósito con VIH a ocho hombres. En ese momento fue arrestado durante cinco semanas, pero Rowe negó a los policías que fuera VIH positivo por lo que sólo se le fijó una fianza y se emitió una advertencia de salud pública.
Ya en libertad pasaron sólo 10 meses, en noviembre del mismo año, cuando Rowe decidió comenzar una cacería por todo el país en busca de contagiar a más hombres. La policía empezó a recibir denuncias sobre Rowe y lo empezó a buscar inmediatamente hasta que finalmente fue arrestado con una mochila llena de condones saboteados.
«Tengo VIH. Lol. ¡Ups!», fue uno de los mensajes de burla presentado por uno de los infectados, que mandó a sus exparejas luego de tener relaciones sexuales con él. La fiscalía dijo que Rowe realizó una «campaña» en el área de Brighton para infectar a tantos hombres como fuera posible durante un período de cuatro meses a partir de octubre de 2015, y advirtió que podrían haber más víctimas.
Daryll Rowe fue arrestado y enjuiciado por sus crímenes. (Foto: AOL.com)
Varios de los afectados testificaron que Rowe saboteó los condones a la hora de tener relaciones y al siguiente día, se burlaba de las víctimas diciendo que estaban «infestados» con el virus.
Uno de los casos presentados en la corte fue de un trabajador de beneficencia de SIDA y VIH, que fue diagnosticado después de involucrarse con Rowe. El trabajador de caridad nunca había tenido relaciones sexuales sin protección y se tomaba exámenes de VIH cada seis meses, pero al haberse enterado de que Daryll lo había contagiado fue como si hubiera sido «golpeado por un autobús, sientes que tu vida ha terminado».
Otra de las víctimas aseguró haber creído que Rowe era su novio, pero había notado algo raro en él ya que se estaba volviendo cada vez más abusivo y posesivo en el transcurso de la relación. Como esos testimonios, el tribunal escuchó a otras víctimas que estaban infectadas gracias a Rowe.
Daryll contagió a por lo menos 10 hombres con VIH. (Foto: The Guardian)
Aunque en el transcurso del juicio Rowe negó infectar deliberadamente a los hombres, el jurado decidió declararlo culpable, por lo que será sentenciado el 29 de enero.
«Daryll Rowe fue consecuente al mentir a sus víctimas sobre el VIH, era persistente y agresivo al querer relaciones sexuales sin protección para infectar a las personas, y cuando no obtenía lo que quería, deliberadamente dañó los condones para lograr su objetivo», indicó a BBC Andy Wolstenholme, miembro de la policía.
Este caso sentará precedentes en Reino Unido pues se trata de la primera vez que alguien es condenado por transmitir el VIH con intención.
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