Estar ocupado, en los tiempos que corren, es una forma de decir que te va bien. Es una manera de proyectar un estatus social de prestigio. Incluso si aquellos que lo presumen no necesariamente están tan ocupados como aparentan.
La revista The Mag, publicada digitalmente por Havas, una multinacional francesa que se dedica a la publicidad y las relaciones públicas, realizó una gran encuesta sobre los hábitos de las personas para descubrir sus rutinas laborales y cómo resuelven sus problemas profesionales.
La intención del sondeo era, además, comprender qué tipo de influencia –y qué tan grande– ejerce sobre las personas la nueva dinámica de la conexión total. El estudio encontró una vida donde siempre estamos conectados a la red.
La encuesta llama “la paradoja de la productividad” al hecho de que la mayoría de los entrevistados aceptan que cada vez más habla con sus conocidos y amigos sobre la cantidad de tiempo que pasan ocupados. La queja en realidad es una manera de presunción, ya que sólo un tercio de los participantes aceptó tener “muchas cosas que hacer” y apenas uno de cada cinco dijo estar realizando tareas constantemente .
Más del 40 por ciento admitió que dice “estar ocupado” cuando no lo está. Casi el 60 por ciento dice que los demás mienten cuando usan esa frase.
La conclusión es que ahora “tener tiempo libre” es aceptar que no se es esencial para los empleadores, según los encuestados. “Si no estás ocupado todo el tiempo, no eres importante”, dijeron algunos participantes.
Este tipo de opiniones crece entre los más jóvenes. El 65 por ciento de los millennials opinan que “estar ocupado” es una forma de sentirse importante frente a sus iguales. Esa opinión decrece seis puntos porcentuales (59 por ciento) entre los que tienen más de 45 y menos de 60 años.
La encuesta de The Mag fue realizada a más de 10 mil personas de 28 países, que la encuesta llama “mercados”: desde Australia hasta China, pasando por Brasil, Canadá, Estados Unidos, México, España, Emiratos Árabes, Sudáfrica y Reino Unido.
Otro de los resultados de la encuesta muestra que la principal preocupación de aquellos que usan redes sociales es el FOMO (“Fear of Missing Out” o temor a perderse algo). Seis de cada 10 creen que sus vidas serían más productivas si trabajaran más tiempo y lo perdieran menos en redes sociales, pero aceptan que no pueden dejarlas.
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