Un burdel en Canadá administrado por el abuelo de Donald Trump, es el primer negocio que tuvo la familia. A partir de entonces, y debido al éxito del establecimiento, los Trump llegaron a ser una familia importante en el negocio de bienes raíces en Nueva York.
El emporio Trump no inició en una lujosa calle neoyorkina ni fue exitosa desde el principio. Tuvieron que pasar varias décadas para que la familia, formada por emigrantes alemanes y escoceses, viviera sus mejores momentos.
Fred Trump llegó a la Columbia Británica, en la parte menos habitada de Canadá, en 1918. Inició con un restaurante, que por las noches empezó a funcionar como un bar.
El relativo éxito del negocio en la localidad donde se ubicaba llevó al emigrante alemán a incorporar el elemento que convertiría su negocio en un gran éxito. De burlesque pasó a burdel y la fama llevó a Trump a convertirse en uno de los hombres de negocios más importantes de la zona. Tiempo después, su hijo, Fred Trump Jr, llevaría a su familia a los Estados Unidos, donde invertiría en bienes raíces y conseguiría cimentar la fama de su apellido, que Donald Trump, hijo de Fred Jr. presume ante la menor provocación.
Este tipo de información sobre los antepasados directos del candidato republicano podrían ilustrar dos de los grandes temas que han representado, para bien y para mal, a su campaña.
La primera es la inmigración. Su retórica es más radical que la de los más conservadores en el Partido Republicano. Pero la familia de Trump (su madre, su padre y su esposa) está compuesta por emigrantes que llegaron al país norteamericano desde Escocia, Alemania y Eslovenia.
Y el hecho de que su abuelo haya estado involucrado en un negocio donde las mujeres eran tratadas como objetos, tal y como su nieto haría varias décadas después con el concurso de Miss Universo, podría ser un indicador de por qué el magnate trata al sexo femenino de esa manera.
Trump, el candidato presidencial, ha sido acusado por más de 10 mujeres por acoso sexual. Las edades de las mujeres cuando fueron acosadas van desde los 16 años hasta los 30, pero la última acusación vertida en su contra, hecha por una mujer que asegura haber sufrido acoso cuando tenía 13 años, han afectado la campaña del neoyorkino menos de lo que se esperaba.
A falta de una semana, sólo un candidato presidencial había sido acusado de acoso sexual: Bill Clinton, el expresidente de los Estados Unidos y esposo de la candidata demócrata, Hillary Clinton.
Los expertos han resaltado el hecho de que, en el año en el que una mujer fue nominada para una candidatura presidencial por primera vez en un partido hegemónico, la campaña se ha enfocado en los escándalos sexuales de dos hombres.
*Con información de: Bloomberg, CNN, Político, CBS.