«¡Basta de desarrollos irregulares y corrupción!», piden en la página Change.org, donde pobladores de Valle de Bravo, en coordinación con organizaciones civiles, advierten de los peligros de la posible construcción de viviendas para millonarios en una zona de bosque protegido del Estado de México.
La iniciativa es liderara por el Observatorio Ciudadano de la Cuenca de Valle de Bravo–Amanalco, una organización que busca defender y proteger los bosques del Valle de Bravo ante los actos de corrupción al interior del ayuntamiento local. La solicitud de firmas inició desde el pasado mes de abril y actualmente tiene al menos 13 mil 330 firmas de las 15 mil solicitadas para entregarlas al Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano Alamán, y al presidente municipal de Valle de Bravo, Mauricio Osorio Domínguez.
La obra llamada “Bosque de Pemejé” pretende deforestar una gran extensión territorial del Parque Estatal Santuario del Agua del Valle de Bravo, zona protegida por la Semarnat, secretaría donde varias personalidades políticas vinculadas al Partido Revolucionario Institucional (PRI) están detrás de la posible construcción irregular.
El proyecto es promovido por el diputado plurinominal del PRI, Tristán Manuel Canales Najjar, que procura construir una zona de viviendas exclusivas en Valle de Bravo, a cambio de deforestar al menos 73.7 hectáreas en un predio del bosque del área protegida. Allí se busca construir 249 casas, hoteles, villas y una casa club, sin importar el impacto negativo que pueda haber para la flora y fauna de la zona.
En entrevista para Cultura Colectiva Noticias, Juan Carlos Lara Delgadillo, abogado del Observatorio Ciudadano de la Cuenca de Valle de Bravo–Amanalco e integrante del Centro Mexicano del Derecho Ambiental (CEMDA), organizaciones que iniciaron esta campaña para defender el bosque mexiquense, indicó que existen diversas irregularidades en el proceso.
«Aquí la problemática es que durante todo 2015 estuvieron gestando en el ayuntamiento de Valle de Bravo y el gobierno del Estado de México un plan de incorporación parcial territorial, esto significa que pretendían incorporar al plan municipal el uso de suelo para poder construir más en un ecosistema boscoso. Este proyecto no tienen ningún sustento científico y ni técnico».
Según el litigante, este proyecto de construcción no presentó estudios e investigaciones sobre daño ambiental en el bosque de Pamejé.
«Este plan no se realizó con estudios técnicos, y por lo tanto, no se sabe cuál es la capacidad que tiene el ecosistema de aguantar estas actividades. Hablo sobre la calidad de agua subterránea, y esta líquido va a dar afectará a la zona metropolitana, desde Toluca hasta la Ciudad de México, no es posible saber qué daño se ocasionará al acuífero, y si este pueda sostener la carga y abastecimiento para más de 3 mil personas».
* Juan Carlos Lara. Foto: Noticieros Televisa.
Lara Delgadillo indicó que las personas detrás del Bosque de Pemejé no consideraron el peligro e impacto ambiental para Valle de Bravo, pues allí existen orquídeas protegidas, especies en peligro de extinción y herpetofauna protegida. Incluso, en el estudio ellos afirmaron: «No consideramos la fragmentación del hábitat».
El abogado indicó que los contratos superan los 300 millones de pesos para la inversión del proyecto, además, confían en que las autoridades harán lo correcto al respetar las áreas protegidas. La consulta iniciar el 21 de septiembre, después Semarnat tiene 60 días hábiles para emitir una resolución y ellos confían en que la dependencia tomará la decisión correcta. De lo contrario, considerarán si acuden a otros mecanismos legales e impugnan el proyecto.
Finalmente, el integrante del Observatorio Ciudadano, aseguró que la organización están a favor de los desarrollos sustentables.
«Nosotros no estamos en contra del desarrollo económico en la zona, porque es importante para Valle, pero sí estamos a favor de un equilibrio con la naturaleza».
* Foto: Change.org