Desde la semana pasada, Esteban Illades escribió en Milenio sobre la falta de personal en el Seguro Popular, donde los contratos de los médicos están vencidos o por firmarse bajo un régimen de excepción, donde quien trabaja lo hace por honorarios y firma cada tres meses. El apunte no se centra sólo en los médicos, sino en las enfermeras, personal administrativo, psicológico y trabajadores sociales, quienes atienden a los pacientes sin recursos para acceder a otro tipo de atención médica.
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El 17 de noviembre fue la fecha límite para firmar contrato nuevo bajo amenaza de perder lo poco que tienen laboralmente y a sabiendas de que si se van, nadie verá por los pacientes con VIH, uno de los grupos más vulnerables, pues sus tratamientos no son accesibles por costos y disponibilidad.
(Foto: izq.mx)
En este sentido, Ricardo Raphael escribió recientemente en El Universal y dio a conocer el dato escandaloso: 12 mil pacientes con VIH-SIDA se quedarán sin atención médica. Es un hecho, no hay dinero para la nómina de médicos, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales y demás trabajadores involucrados en la atención de estos pacientes que dependen del seguro popular para lidiar con su condición en zonas tan vulnerables como Iztapalapa y Cuauhtémoc.
La explicación a la pregunta “¿Dónde están los recursos?” que se le hizo a la Secretaría de Salud del Gobierno de la CDMX, según Raphael, es que simplemente el dinero se agotó.
Aunque hay suficientes retrovirales para la atención inmediata a pacientes en un cuadro médico básico, los medicamentos más costosos son los que faltan.
Las afectadas en estos casos específicos son la Clínica Condesa, en Carlos B Zetina, y la Combate de Celaya, en la Unidad Habitacional Guerrero, que desde hace meses carecen del personal necesario mínimo.
(Foto: ObturadorMx)
Vivir por amor al arte con la crisis económica es imposible para cualquiera, incluso para la mayoría de los trabajadores que laboraron todo octubre sin goce de sueldo y ahora se suma no sólo esa deuda, sino que los nuevos contratos, si es que les tocan, vienen con un ofrecimiento del 20 por ciento menos.
Todavía no queda claro si es un problema de mala administración de lo que hay o si de plano todo es producto del hoyo en el bolsillo del Seguro Popular, que desde 2015 y 2016 reportó desfalcos por 20 mil millones de pesos. Además de los 13 mil millones que la Secretaría de Hacienda le retiró en 2014 a la institución sin autorización.
La suma es interminable porque aquí no sólo se trata de dinero, sino de miles de vidas en riesgo. No hay duda: la corrupción mata.
