Desde el entendimiento del mundo y la historia a partir de la perspectiva europea o “occidental”, gran parte de la cosmovisión moderna, producto de la globalización, está basada en el hecho de que Europa es la cuna de la sociedad y la cultura; sin embargo, un descubrimiento reciente demuestra que tal vez Europa no sea la cuna del arte.
Hace seis años, en la isla de Sulawesi, Indonesia, un grupo de arqueólogos descubrió una serie de pinturas rupestres repartidas en 100 cuevas. Las pinturas consistían en “stencils” del contorno de la mano humana y el dibujo de animales en movimiento en colores sepias. En apariencia, estas pinturas eran muy similares a las encontradas en las cuevas descubiertas en España y Francia, mismas que han recibido mucha notoriedad en los últimos años.
Las pinturas, de las primeras muestras artísticas del ser humano y dadas sus características, pueden ser consideradas como proto-graffiti; evidencia clara de la necesidad intrínseca del ser humano de dejar huella de tal o cual manera.
En un principio los arqueólogos creyeron que eran pinturas rupestres que tenían alrededor de 10,000 años de antigüedad pues una antigüedad mayor hubiera provocado que desaparecieran debido al aire húmedo, característico de la zona.
Según el discurso cultural y científico, se asume que las pinturas rupestres más antiguas se encuentran en las cuevas de Francia y España, y ello lleva consigo implicaciones políticas y también científicas. Por ello, nadie se había tomado el tiempo de averiguar la fecha exacta de las pinturas, hecho que no se puede realizar con precisión pero sí es posible averiguar una fecha más precisa a través de un análisis de la superficie y de la roca en la que se encuentra la pintura.
Utilizando la datación uranio-torio, que implica la datación radiométrica, comúnmente empleada para determinar la edad de materiales formados por carbonato de calcio, el profesor Maxime Aubert de la Universidad de Griffith y su equipo estimaron en 39,900 años la antigüedad de las pinturas. Dicho descubrimiento vuelve a las pinturas las más antiguas descubiertas en Europa, teniendo alrededor de 2,000 años de antigüedad.
A pesar de que las pinturas de Sulawesi son muy parecidas en contenido con las pinturas rupestres en Europa, su técnica es diferente. Las imágenes de Indonesia parecen pintadas con un pincel por sus trazos delineados, mientras que las pinturas europeas parecen dibujadas con los dedos.
Aubert ha afirmado que la datación de las pinturas no sólo se trata de un descubrimiento científico o una revelación cultural, sino que también pertenece al ámbito político. En sus palabras, el descubrimiento “permite alejarnos del punto de vista en torno a que Europa es especial. Existe una idea de que los primeros europeos eran mucho más concientes de si mismos y de sus alrededores. Pero ahora, con este descubrimiento, podemos decir que eso no es verdad”.
Fuente: The Atlantic.