No es Superman ni el equipo Relámpagos. Es un drone el que viene descendiendo desde los cielos para salvar la vida de una persona que sufre un ataque cardiaco.
Una investigación está definiendo nuevos parámetros para introducir aviones no tripulados en el campo de la atención medica moderna. Un artículo publicado en la revista Journal of The American Medical Association indicó que los drones pueden llegar a salvar millones de vidas para atender rápidamente a personas que sufren un infarto.
Según el texto, los drones pueden transportar entre sus hélices un desfibrilador y volar por los cielos de la ciudad para atender a un paciente a la vez, esto mayo mayor rapidez antes de que llegue una ambulancia. Este tipo de aviones no tripulados pueden reducir los tiempos de traslado y arribar con el kit de supervivencia para atender a las personas en menor tiempo, siempre y cuando una persona capacitada pueda usar el equipo.
Investigadores suecos realizaron distintas pruebas con drones que transportaban desfibriladores en lugar simulados, fingiendo atender una posible emergencia en un tiempo récord a comparación de un médico tradicional o una ambulancia. Además, todos tenían una serie de luces LED que lo hacían de sencilla ubicación.
Cada drone estuvo programado con una ruta y destino, empleando en todo momento un sistema GPS, software de piloto automático y una cámara de alta definición para su monitoreo.
Según cifras, las personas que sufren de ataques cardiacos fuera de hospitales tienen una tasa de supervivencia del 8 al 10 por ciento en los Estados Unidos. El acceso a un desfibrilador, que da soporte para reiniciar el corazón a través de un pulso eléctrico, es un factor clave para mantener con vida a las víctimas de infartos en las calles de cualquier ciudad.
Los investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo llevaron estos exámenes en campo con drones, llegando a la conclusión de que un avión no tripulado guiado por control remoto o a través de un GPS, que en su interior tenga un equipo médico y un desfibrilador, puede ser una gran opción para salvar vidas.
Durante el estudio, se llevaron acabo 18 pruebas con drones en un radio de 10 kilómetros a la redonda, cada avión tenía como objetivo llegar a ciertos lugares que simularon ser estaciones de bomberos transportando en todo momento el peso de los desfibriladores. Los resultaron fueron sorprendentes al llegar en un tiempo estimado de 5.21 a 16 minutos, según la distancia por destino, a comparación de la media registrada por ambulancias quienes llegan en un máximo de 22 minutos a atender una emergencia.
La Asociación Americana del Corazón indicó que en los Estados Unidos se registran anualmente más de 350 mil paros cardiacos.
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