Apuñaladas, quemadas, linchadas, apedreadas, estranguladas o baleadas, miles de mujeres son asesinadas cada año por motivos de honor.
La acción conocida como “crimen de honor”, es justificada y perpetrada por diversas religiones (cristianismo, catolicismo, judaísmo e islamismo) y culturas a lo largo de miles de años hasta el día de hoy.Definida como el asesinato de una persona, por lo general mujer, que ha traído deshonra a uno o varios miembros de la familia, los motivos más comunes por los cuales se comete este crimen son: negarse a contraer un matrimonio arreglado, mantener una relación con alguien que la familia no aprueba, tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, ser víctima de una violación, vestirse de forma inapropiada o ser homosexual.
La organización internacional Humans Rights Watch, dijo que los hombres, a pesar de ser menos común, también han llegado a ser víctimas de estos actos por motivos de sexualidad o porque los familiares de la mujer con quien están casados considera que tienen una relación inapropiada.Además, la organización dedicada a velar por los derechos de las personas en todo el mundo, también explicó que los crímenes de honor no se limitan a las creencias religiosas, sino que muchas veces atienden a una serie de normas sociales y culturales establecidas en ciertas comunidades que van más allá de lo que dictan las normas religiosas de las instituciones en las que creen.En Japón, por ejemplo, donde todavía hace cien años los crímenes de honor eran comunes, la costumbre violenta no provenía de la religión que estos profesaban, sino de la importancia que tenía para ellos el honor dentro de su sistema social.A diferencia de las motivaciones que impulsaban a esta cultura asiática a perpetrar los crímenes, las comunidades islámicas, cristianas y católicas, sí los cometían basados en interpretaciones religiosas propias tanto del Corán como de la Biblia, ya que en ninguna parte de los textos se especifica a los crímenes de honor como algo avalado o aprobado por “Dios”.
Como se puede ver, los crímenes por honor han sido algo común a través de la historia, pues de acuerdo con diversos historiadores, estos ya se cometían en tiempos del Imperio romano.
Sin embargo, a pesar de la abrumadora sensación de modernidad que ha traído consigo la globalización, esta práctica, ahora condenada por cientos de instituciones encargadas de proteger los derechos de las personas y por la gran mayoría de los países y gobiernos que se consideran democráticos, no ha podido ser abolida.
Apenas la semana pasada, en Pakistán, uno de los países que más registra crímenes de honor y contra mujeres al año, la madre de una niña de 16 años que decidió casarse con un muchacho que la familia no aprobaba, fue golpeada brutalmente por su madre y su hermano para finalmente ser quemada y asesinada a manos de su progenitora.Hassan Khan, el esposo de la víctima, Zeenat Raquif, contó al medio Geo News en una entrevista que apenas una semana después de haber contraído matrimonio, la madre de la víctima le habló a su hija para convencerla de que volviera a casa con la excusa de que ellos le organizarían una boda apropiada.“A pesar de la oferta ella estaba dudosa, no creía en lo que su madre le dijo. Fue hasta que uno de sus tíos le prometió que no iba a pasar nada; ella decidió confiar en su madre y regresar a casa”. “Pero todo resultó ser una trampa, pues en cuanto llegó fue asesinada”, relató Khan.
Diversos testigos dijeron a las autoridades que después del asesinato, la madre de la víctima salió por las calles gritando y presumiendo lo que había hecho, pues según ella había retornado el honor a su familia, el cual su hija manchó al desobedecerla.
Previo a este asesinato, otra mujer llamada María Sadaqat, fue linchada y quemada viva en una aldea en Islamabad por haber rechazado una oferta de matrimonio por parte del dueño de la escuela donde ella trabajaba.Otro caso polémico y reciente fue el de Qandeel Baloch, la estrella mediática y modelo pakistaní que fue asesinada por su hermano quien argumentó que las actividades de su hermana traían deshonra a su familia.De acuerdo con las autoridades pakistaníes, que en octubre del 2016 pasaron una ley en contra de los crímenes de honor, es difícil localizar y castigar a quienes cometen este delito, pues de acuerdo con la ley en dicho país, si los familiares perdonan al criminal, éste puede salir libre sin siquiera ser sometido a un juicio.
Poder acabar con los crímenes de odio, categoría bajo la cual cae el crimen de honor, es una tarea muy difícil, pues interfiere en gran parte con las creencias culturales a las que las comunidades donde suceden estos crímenes llevan ligados durante cientos de años o más.
Por este motivo, es indispensable que se realice un trabajo a nivel internacional entre gobiernos para desarrollar una estrategia que funcione a nivel de conciencia y práctica, es decir, que refleje una disminución importante en las cifras del delito.
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