La factura de un restaurante por el monto de 16 mil dólares es la culpable de que la justicia de Guatemala haya puesto en su mira a José Manuel Morales, de 23 años, y a Sammy Morales, de 49, hijo y hermano respectivamente del presidente del país, Jimmy Morales.
El miércoles 19 de enero, la juez Silvia de León, titular del juzgado sexto del ramo penal guatemalteco dictó prisión preventiva en contra de los dos familiares del presidente de Guatemala, acusados del delito de fraude.
Aunque en un momento la Fiscalía también pidió que se les acusara del delito de lavado de dinero, la juez determinó que no existían indicios racionales para hacerlo.
Al respecto, el presidente Jimmy Morales utilizó su cuenta de Twitter para declarar que “el imperio de la ley debe prevalecer sobre todas las cosas”.
La fiscalía guatemalteca explicó en conferencia de prensa que José Manuel Morales, hijo del presidente de ese país, presentó una factura por 16 mil dólares del restaurante “Fulanos y menganos”, la cual fue emitida a nombre del Registro de la Propiedad de Guatemala.
Supuestamente la factura justificaba un desayuno institucional para 564 personas, pero dicho evento jamás se llevó a cabo.Samuel “Sammy” Morales, hermano del Presidente, fue el encargado de pedirle la factura al dueño del restaurante, debido a que es una persona con una muy buena relación con el mandatario. Según la acusación, lo pidió “como un favor para el sobrino del Jimmy Morales”.Thelma Aldana, fiscal general guatemalteca, y el jefe de la Comisión Contra la Impunidad en Guatemala, Iván Velázquez, ofrecieron una conferencia de prensa donde detallaron que el cobro de la factura permitió que personas ligadas al partido del gobierno se adueñaran de 48 mil 200 dólares. No revelaron cuántas personas ni la identidad de los implicados, porque las investigaciones aún continúan.
El vicepresidente del país, Jafeth Cabrera, declaró para medios locales que el presidente Jimmy Morales seguirá trabajando normalmente y que no hablará sobre el caso hasta que los tribunales decidan la culpabilidad o la inocencia de su hijo y su hermano.
Si las investigaciones y el tribunal determinan que sus familiares son culpables, este escándalo de corrupción podría convertirse en un duro golpe a la carrera política de Jimmy Morales, quien durante su campaña utilizó el lema de “ni corrupto, ni ladrón”.
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