La persecución masiva en Myanmar no solo intenta expulsar a la minoría musulmana rohinyás de territorio birmano, sino que los abusos sexuales por parte de uniformados está a la orden del día; según el Human Rights Watch, donde incluso niñas de 13 años son víctimas de agresión sexual.
Sin embargo, un coronel birmano, Phone Tint, niega tales acusaciones con respecto a las violaciones masivas. El militar es uno de los responsables de la seguridad fronteriza entre Myanmar y Bangladesh. Ante los cuestionamientos sobre las agresiones sexuales respondió a la BBC: «¿Dónde está la prueba? A estas mujeres que están huyendo del país ¿quién querría violarlas?»
Desde comienzos de este año, el Human Rights Watch publicó información con respecto al tema, donde el ejército y la guardia fronteriza organizan las violaciones masivas en grupo a través de registros corporales y agresiones a mujeres e incluso niñas de al menos 9 localidades del distrito de Maungdaw.
*Foto: Newsweek.
Según los detalles del informe, los soldados y guardias fronterizos hacen detenciones arbitrarias a las mujeres de los grupos desplazados, obligadas a punta de pistola a hacer lo que los uniformados digan. No obstante, el gobierno birmano niega constantemente las acusaciones tanto de persecución como de violaciones contra los rohinyá.
Con más de 300 mil desplazados, el gobierno birmano lanzó una campaña militar en contra de la insurrección rohinyá y su defensa contra policías y milicias fieles al gobierno. ‘Operación de Liquidación’ fue la violenta campaña para erradicar a los guerrilleros del Ejército de Salvación de Arakan Rohinyá.
La batalla obligó a los desplazados a refugiarse en el distrito fronterizo de Cox, ya en territorio bangladeshí, sitio donde diversos medios como The Independent denuncia la constante violencia.
Muchos testigos sobrevivientes de la persecución relataron que los soldados disparaban contra los civiles, provocando incendios en sus comunidades y viviendas en el estado de Rajine.