El cáncer de laringe cambió la vida de Alan Wells desde que le fue diagnosticado. A través de una laringectomía le quitaron las cuerdas vocales para evitar que la enfermedad se propagara a otras partes su cuerpo.Alan no encontraba trabajo, apenas se le entendía cuando abría la boca para intentar comunicarse con alguien, se aislaba para no tener que socializar pues, al no tener cuerdas vocales, era complicado e incómodo que sus interlocutores descifraran lo que él trataba de decir.Después de conocer la organización Shout at Cancer (Grítale al cáncer), Alan tomó terapia de una manera que nunca imaginó: cantar en un coro.
La idea fue desarrollada por Thomas Moore, un otorrinolaringólogo especializado en cáncer avanzado en Reino Unido. Este programa de rehabilitación con una duración de seis semanas, no sólo incluye las actividades con el coro, sino también con el canto individual y el beatboxing, con el objetivo de explorar la voz de los pacientes diagnosticados con cáncer de laringe, que posteriormente se sometieron a una laringectomía.“El coro me dio mucha autoestima. El objetivo es hacer ruido y divertirse”, contó Alan a la BBC de Londres. La participación de los pacientes en terapias como las que se proporcionan en el coro da mayor confianza a personas que, como Alan, no cuentan con sus cuerdas vocales.
Vídeo BBC.
Shout at Cancer trabaja con quince pacientes distribuidos en distintas ciudades británicas, aunque no todos se suben al escenario en las presentaciones que tienen con el coro, algo en lo que los especialistas ya trabajan: aumentar la confianza de sus integrantes.“El coro cambió mi vida”, dice Alan Wells, quien antes de descubrir esta actividad se aislaba del mundo. “Estoy conociendo a muchas personas que no habría conocido antes”.Los pacientes que experimentaron cáncer en laringe y que después se sometieron a una laringectomía, se quedan sin cuerdas vocales porque extirpan “la caja de voz”, que es el lugar en el que las cuerdas se alojan. Se inserta un tubo en el cuello que ayuda a que respiren, aunque el sonido que emiten al tratar de hablar es fuerte, agresivo.Con el coro, los pacientes suenan más suaves y, además, se divierten haciendo ruido desde hace seis años, momento en el que fue fundado. La presencia de la soprano La Verne Williams en algunas de las presentaciones del coro da mayor seguridad a estas personas que sufrieron la pérdida de sus cuerdas vocales por el cáncer.
*
Podría interesarte:
La terapeuta que receta “altas dosis de sexo” a sus pacientes con autismo
Investigadores mexicanos desarrollan un tipo de quimioterapia menos dañina