Tal vez son amenazas al aire, pero en el Rodong Sinmun, el periódico oficial de Corea del Norte mandaron un mensaje a Estados Unidos: que están preparados para un contraataque ante cualquier señal de una ofensiva por parte de ese país.

Esta declaración norcoreana surge porque un grupo de barcos de la armada estadounidense se dirige hacia el Pacífico occidental y con la tensión de la semana pasada por el bombardeo a una base militar de Siria, tras el ataque químico a civiles con gas sarín.

A su vez, hay rumores de que la tensión llegó a la península coreana por una eventual acción militar de Estados Unidos, aunado a la preocupación de que Corea del Norte realice una sexta prueba de misiles nucleares.

En el texto explicaron que su Ejército sigue atentamente cada movimiento de los elementos enemigos con su mira nuclear enfocada en las bases invasivas de Estados Unidos, no sólo en Corea del Sur y las operaciones en el Pacífico, sino también en el territorio norteamericano.

La cadena CNN obtuvo la declaración de un alto funcionario norcoreano, donde Pyongyang justificó su defensa ante la actual situación y alistó sus capacidades de ataque por actos “indignantes” que pudiera hacer la administración de Donald Trump con consecuencias catastróficas.

Mientras, en Corea del Norte sesionó la Suprema Asamblea Popular donde anuncian, en sus reuniones de dos veces al año, cambios importantes como nombramientos y objetivos de política nacional.

Un artículo del New York Times asegura que la preparación nuclear en Norcorea ha crecido en cuatro áreas: el tamaño del arsenal, la energía de las bombas, la tecnología de los misiles y su capacidad para evitar ser detectados.
Además, asegura que para 2026 su tecnología serían tan avanzada que sus misiles podrían llegar al área continental de Estados Unidos, lanzándose desde submarinos y plataformas móviles que facilitan ocultarlos.

Según Trump, su nación está preparada para frenar el crecimiento nuclear de Norcorea con o sin el apoyo de China, pero el gobierno de Beijing es fundamental en la economía de ese país y de ellos depende poder presionarlos.

China es el pilar económico de Corea del Norte, al ser su principal sociocomercial con el 80 por ciento de su mercado internacional, por lo que persuadir a los chinos es una pieza clave para frenar al gobierno de Kim Jong-un.
El principal producto que vende los norcoreanos a los chinos es el carbón, más o menos una tercera parte de sus exportaciones oficiales en 2015.

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