La innovación es importante en el progreso de cualquier profesión. En el caso de la arquitectura, el concepto “desarrollo” es tan ambiguo que los profesionistas coquetean con lo inesperado. Construir sobre la tierra, para algunos, parece insuficiente. Ahora el gran reto, se centra en instalar materiales de construcción sobre el agua.

Tailandia se convirtió en pionero de la arquitectura flotante. Un lugar ideal para encontrar y desarrollar estas impresionantes estructuras acuáticas, muchas tienen en su interior, escuelas, casas, oficinas e incluso cinemas.

Proyectos sustentables

Para su sustentabilidad ecológica, los arquitectos se las ingeniaron para instalar fuentes de energía renovable, desde paneles solares hasta materiales de origen local o sustentable. Dichas innovaciones se expandieron poco a poco a todas partes del mundo. En los canales de Ámsterdam o Corea del Sur y África, se presentaron proyectos a largo plazo ante el aumento de nivel de los mares.

En 2014, el arquitecto alemán Ole Scheeren, promovió el proyecto Architectural Digest Innovator, el cual se trata de un archipiélago artificial con un cine al aire libre, rodeado de la naturaleza de rocas gigantes y vegetación sobre el agua cristalina que rodea la isla tailandesa de Kudu. El proyecto colaboró en un festival cinematográfico que se realiza anualmente, el Yao Noi Festival, organizada por el cineasta tailandés Apichatpong Weerasethakul. Además de la plataforma del cine, Scheeren construyó unas granjas flotantes de langostas por medio de unas plataformas modulares.

Otro caso destacado se dio en Seul, Corea del Sur; donde se hizo una campaña municipal para el renacimiento del río Han, donde se instaló una isla flotante. El complejo consta de tres estructuras simbólicas que representan las tres etapas de la flor (la semilla, el brote y la flor). Hecho con materiales de vidrio, madera y acero; la isla contiene complejos comerciales, restaurantes y departamentos; así como un recinto para albergar exposiciones artísticas, espectáculos y festivales.

Nigeria vive continuamente con problemas de inundaciones, por lo que se desarrolló un proyecto sustentable de arquitectura flotante. Hasta el momento se trabajó en prototipos para la ciudad de Lagos, éste consiste en trasladar viviendas a lo largo del río hacia la costa, en caso de inundaciones masivas. La muestra más consistente es el de una escuela flotante en forma de ‘A’ con tres pisos llamada Makoko; hecha de bambú, cuenta con cuatro aulas y un taller de múltiples usos. Tiene la capacidad de soportar cientos de residentes en caso de emergencia o movimientos bruscos.

El futuro de la arquitectura reside en la forma de mejorar la calidad de vivienda, ajustándose a las condiciones actuales. La construcción flotante parece ser una alternativa para hacer construcciones o complejos ecológicos que satisfagan las condiciones primarias de la demanda inmobiliaria. Se proyecta como la solución al problema del crecimiento desmedido de las grandes urbes.

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