“¿Quieren ‘perico’ o porros?”, le dijeron a Cristina y a Carlos, una pareja de españoles que caminaban tranquilamente por Playa del Carmen, en el sureño estado de Quintana Roo. Llevaban cinco años sin visitar Cancún y esto les causó mucho temor. Mientras rechazaban al joven que les ofreció drogas a plena luz del día, un policía armado daba su ronda a menos de 100 metros del lugar en donde les hicieron la oferta.
Cristina y Carlos describieron como “pesado” el ambiente que se vive actualmente en el estado. Ver policías armados en las calles les provocó mayor inseguridad que cuando no la veían patrullar en sus primeras vacaciones. “Ves gente con mala facha, como vándalos”, describió la española. “Quizá otros turistas no se fijen, pero yo sí. Es algo que sientes, muy pesado, muy desagradable”.
Cancún, para muchos, ya no es un paraíso. La realidad es que la lucha entre cárteles tiene amenazado a uno de los destinos turísticos más importantes de México.
Inseguridad en Cancún. *Fuente: El Universal.
Balaceras, asaltos a transeúntes, tráficos de drogas, secuestros. Todos estos sucesos son cada vez más recurrentes en Cancún, lugar preferido para vacacionar por miles de turistas, aunque también es un sitio disputado por cárteles y bandas criminales.
En lo que va del 2017, se acumulan 75 homicidios, incluido el de un oficial municipal que fue acribillado en una colonia popular, en donde también se hacen frecuentes este tipo de situaciones. Los municipios más afectados son Benito Juárez, Solidaridad, Othón P. Blanco, Cozumel y Felipe Carrillo Puerto, mismos que conforman casi la mitad del estado.
Aunque el Cártel del Golfo y Los Zetas no tengan como tal una estructura establecida en Quintana Roo, se tienen identificados a dos grupos vinculados con estas organizaciones: Los Sureños, relacionados con Los Zetas, y Los Pelones, con el Cártel del Golfo.
Inseguridad en Cancún. *Fuente: El Mañana de Reynosa.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENPIVE) 2016, reveló que el 57 por ciento de la población percibe la misma inseguridad que sintió Cristina en su visita al estado. Ser víctimas de un delito provocó que la gente ya no salga a pasear, que el turismo disminuya, que el miedo aumente.
A los cancunenses la violencia los está arrinconando. El 69.9 por ciento dejaron de usar joyas, 52.7 por ciento ya no usa dinero en efectivo, 36.3 ya no sale a caminar, el 33.4 ya no toma taxis, el 28.2 ya no visita a familiares o amigos, mientras que el 52.5 por ciento ya no sale a caminar o divertirse por las noches.
Aunque la operación del crimen organizado sea uno de los factores por los que la población en Cancún prefiere quedarse en casa, y los turistas no visitar el destino paradisiaco, no es el único. El abandono que sufre el personal de seguridad y la corrupción también son parte de este ambiente inseguro que se vive en el estado.
Inseguridad en Cancún. *Fuente: El Diario de Yucatán.
Para las autoridades como el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), los números son otros. Ellos destacan que, en cinco años, delitos como el secuestro disminuyeron y que la extorsión también bajó de 229 casos en 2012, a 116 en 2015.
“Viven en otro lugar”, declararon varios turistas que fueron víctimas de la delincuencia organizada en Cancún. Lo están llenando de violencia, de narcotráfico. Poco a poco, el destino turístico al que cada verano llegan miles de visitantes, se convierte en un lugar en el que la impunidad opera cada minuto del día.
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