Esta mañana, la Secretaría de Seguridad Pública de la CDMX detuvo a una banda de delincuentes conformada por cinco hombres y una mujer que, presuntamente, usaban a perros de la raza pitbull para amenazar a sus víctimas y así poder someterlos y robarles todas sus pertenencias.
De acuerdo con el diario El Universal, los nueve perros que usaban para delinquir también fueron trasladados a una zona especial para ser revisados por veterinarios y determinar si fueron maltratados.
La banda, que operaba principalmente en la CDMX y el Estado de México, fue desmantelada en la Colonia Tacubaya, de la delegación Miguel Hidalgo y se logró gracias a las denuncias de los vecinos que detectaron la actividad irregular.
Cuando las autoridades intentaron detenerlos, se dieron a la fuga para esconderse en una vecindad y al alcanzar a uno de los integrantes, un grupo de familiares y amigos liberaron de sus jaulas a cinco adultos y cuatro cachorros de la raza pitbull «que de inmediato se lanzaron sobre los policías».
También se les acusa de maltrato animal y de presuntamente usarlos para peleas clandestinas, para lo que los perros serán revisados por veterinarios para verificar si tienen heridas y laceraciones «típicas de las peleas clandestinas o si fueron sometidos a algún tipo de maltrato físico para hacerlos más agresivos».
Los policías alcanzaron a esconderse, pedir refuerzos y finalmente capturaron a los perros y a los presuntos integrantes de la banda. El Universal dice que los vecinos y las víctimas los identificaron como la banda que usaba a los perros para robar.
El mes pasado, tras la muerte de una niña de tres años por un ataque de perros pitbull, en México se desató un debate sobre la naturaleza violenta de la raza, “cualdiad” de la que se aprovechó la banda delictiva.
Desde entonces, algunos perros fueron asesinados o sacrificados en varios puntos de la ciudad, sin embargo, grupos animalistas salieron a defenderlos asegurando que los dueños eran, precisamente, los responsables del comportamiento violento que tenían sus perros, producto del adiestramiento y crianza irracional.