La embajada de Rusia en Siria fue atacada con dos proyectiles de mortero este viernes en la capital Damasco. De acuerdo con el sitio de noticias RT, los ataques alcanzaron al edificio de oficinas y al de residencias. Otra de las explosiones se propagó hacia el acceso para automóviles de la embajada.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso lanzó un comunicado en el que piden que los ataques no queden impunes. “Moscú continuará luchado contra los terroristas”. Hasta el momento, ningún individuo u organización a reivindicado la autoría del ataque.
Los ataques contra la embajada rusa se registraron desde el jueves pero fueron hechos públicos el día de hoy.
Esta nueva agresión se da en el contexto de la contraofensiva rusa en Siria en apoyo del régimen del presidente sirio Bashar al-Assad, que inició el año pasado y que llevó a la captura de la ciudad de Alepo después de más de un año bajo el control del grupo terrorista Estado Islámico.
Los ataques de este viernes se dieron a menos de dos meses del asesinato de Andrei Karlov, embajador ruso en Ankara, capital de Turquía, mientras visitaba la exposición fotográfica “Rusia vista por los turcos”, a manos de un extremista musulmán quien reivindicaba su rechazo a la intervención rusa en Siria.
La Guerra Civil Siria que inició a principios de 2011 y que este febrero cumplirá 6 años, enfrenta a varios grupos de islamistas radicales, al gobierno sirio y otras etnias de musulmanes y cristianos por el control del territorio. Además, en el conflicto también se han involucrado las potencias militares más importantes del mundo como Rusia, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, además de Irán y Arabia Saudita.
Hasta el momento, la guerra en Siria ha dejado más de 400 mil muertos, 10 millones de desplazados y ha destruido la mayoría de las grandes ciudades del país.
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