Silencio, todos duermen ya. Los grillos y su canto es lo único que se alcanza a escuchar en la quietud que trae consigo la noche. La luna era la farola que alumbraba las calles pobres, llenas de pequeñas chozas.
La paz nocturna se quebró cuando varios hombres entraron a la casa de Stephen Kigoma para llevarse lo que encontraran a su paso. Su padre escuchó el estruendo y murió al enfrentar a los delincuentes. Stephen, en cambio, sufrió la violación de tres de ellos.
«Eres varón, ¿cómo vas a decir que te violaron?» Esa fue la mordaza que los atacantes utilizaron contra Kigoma, un hombre que, como tantos en la República Democrática del Congo, son violados por otros hombres y temen denunciar por el estigma que etiqueta a los ataques sexuales contra personas del sexo masculino como un acto de homosexualidad y no de violación.
*Foto: BBC.
«Cuando le pedí ayuda a la policía, ellos me dijeron que cualquier cosa que tenga que ver con la penetración de un hombre a otro hombre se considera homosexualidad», declaró Stephen Kigoma a las autoridades congolesas.
El conflicto interno en el Congo, desarrollado en el año 2011, provocó que miles de personas se trasladaran a Uganda para solicitar refugio. Una de ellas fue Stephen. Cuando llegó como refugiado, los servicios médicos ugandeses lo examinaron, pero era tanta la vergüenza que sentía, que indicó que tenía realmente un problema de espalda.
«La principal razón por la que tan pocos hombres hablan sobre el tema, es que muchos piensan que deben evitar mostrarse vulnerables», afirmó Chris Dolan, director de Refugee Law Project, una ONG que realizó un estudio sobre violencia sexual en el norte de Uganda. «Si permitieron la violación, es porque son homosexuales».
*Foto: Allo Gh.
En la legislación del Congo, la violación está limitada a penetración de la vagina por el pene. Si un hombre quisiera llevar a cabo un proceso criminal, la denuncia procede como asalto sexual.
«Hay un problema grande en la criminalización de los abusos con personas del mismo sexo», explicó Dolan. «Todo se centra en la penetración del cuerpo y no en la falta de consentimiento».
La propia Refugee Law Project, reveló que sólo el 4 por ciento de los hombres denunciaron haber sido víctimas de violación. El estigma del señalamiento en contra de los hombres violados tachándolos de homosexuales, además de los problemas legales que enfrentan a la hora de denunciar una violación masculina, son algunas de las dificultades a las que se enfrentan las víctimas.
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