La abuela que torturó a su nieta al encadenarla y golpearla, también abusó de otro niño. Se trata del primo de la menor de 7 años que fue violentada en el municipio de Ixtapaluca, Estado de México, a quien el maltrato le dejó una deformidad por fractura en el brazo derecho, cicatrices en todo el cuerpo y heridas en la cara.El caso de la niña data de diciembre pasado, cuando en el Hospital Pediátrico de Moctezuma reportaron a la menor que presentaba signos de violencia, tras hallarla en calles de la delegación Iztapalapa. Luego de investigar, dieron con el domicilio de su abuela, quien vivía con tres más de sus nietos.Fueron esos niños quienes contaron a las autoridades de la existencia de un quinto menor, su hermano el más pequeño, de quien temían ya estaba muerto debido a los golpes y maltratos físicos que le propinaba la señora.

Fue por medio de otros familiares, la madre de este segundo niño accedió a visitarlos y llevarles a su hijo. La Procuraduría General de Justicia capitalina acudió al encuentro en un domicilio de la colonia Río Blanco, delegación Gustavo A. Madero, para ponerlo a salvo.
Al revisar al menor, quien señaló a la señora como la persona que lo lesionó, los agentes de la Procuraduría capitalina vieron que presentaba los mismos signos de violencia que la niña rescatada en diciembre de 2016.

Por cierto, a la mamá del niño también le iniciaron una investigación y al menor lo enviaron al hospital de Peralvillo para brindarle atención médica, donde los reportes médicos observaron:

1. Lesiones en manos y pies por ataduras prolongadas.
2. Heridas y cicatrices en la cabeza y rostro.
3. Falta de dientes.
4. Deformidad en brazo derecho por fractura no atendida.
5. Deformidad en rodillas por la posición en que estuvo amarrado.
6. Cortaduras producidas con objeto punzocortante.
7. Calvicie.
8. Heridas en la cabeza por un tubo metálico y un martillo.

Mientras, la señora enfrentará cargos por el delito de privación ilegal de la libertad, con la modalidad de causar un daño, el cual puede alcanzar una pena de hasta 60 años de prisión.A las madres de los otros cuatro niños las autoridades aún no logran localizarlas para indagar, entre otros detalles, el motivo de que dejaran a sus hijos al cuidado de su abuela, quien en sólo un año cambió tres veces de domicilio.

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