Ha transcurrido un año más bajo el mandato de Peña Nieto: 43 estudiantes desaparecidos (50 mil persona no localizadas), abusos de autoridad como lo sucedido en Tanhuato o Nochixtlán y el repunte de la violencia, sumado a los problemas de inseguridad o corrupción pintan un panorama bastante claro de lo que el Presidente ha hecho durante su gestión.
Hoy, frente a 300 jóvenes y a través de una página de internet, rendirá su IV Informe de Gobierno.
El formato es enteramente nuevo. En décadas pasadas, el evento era conocido como “El día del Presidente”. La magnitud del acto era tal que no se trabajaba ni se daban clases.
El país se paraba por completo para que todos pudieran presenciar una colorida fiesta cuyo fin era venerar al primer mandatario.
En su gran día, el jefe del ejecutivo se trasladaba de Los Pinos a la Cámara de Diputados, donde lo esperaba la sesión del Congreso General para escuchar la lectura de una parte del informe y ovacionarlo.
Pero los tiempos del viejo PRI han cambiado y ahora, si podemos dar algo por sentado, es que nadie ovacionará a Peña Nieto. O bueno, tal vez dos de cada diez personas lo hagan, pues según las encuestas, esa es la aprobación que tiene como Presidente.
El país está en crisis y el descontento de los mexicanos se ha dejado sentir. Pero el rencor y odio por parte de la población no se los ha ganado de a gratis; Peña ha sido víctima de sus propias decisiones.
Invitar a Donald Trump a México es un claro ejemplo y sólo demuestra una cosa: Peña se ha distanciado del pulso de la ciudadanía.
Sin embargo, hoy a las nueve de la noche tendrá otra oportunidad para intentar dar explicaciones claras del porqué de sus decisiones y rendir cuentas ante el pueblo de México.
Lo jóvenes que fueron invitados por gobernación para participar en el informe podrán intervenir, y de acuerdo con el vocero de la presidencia, Eduardo Sánchez, no habrán restricciones ante ningún tipo de tema o pregunta.
La declaración sorprende, ya que una de las características del gobierno de Peña ha sido no dar ruedas de prensa.
Tal vez están subestimando a los participantes por ser “jóvenes”, tal vez estén apostando por la crítica y el debate, pero si ante la pregunta: ¿cuales son sus libros favoritos? El Presidente se vió en problemas, hoy cualquier cosa puede suceder.