Hace unos días, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, pronunció un emotivo discurso ante el Parlamento Europeo en medio de la guerra que Rusia ha desatado contra su país. En aquel momento, Zelenski solicitó de forma urgente que los líderes del Viejo Continente encontraran una forma rápida de admitir a Ucrania en la Unión Europea; lo anterior, con el fin de contar con su ayuda y protección durante el enfrentamiento militar.
Este viernes, tras la Cumbre de Versalles en Francia, todos los ojos del mundo esperaban la decisión de los 27 líderes europeos que estuvieron reunidos durante dos días para discutir el futuro de Ucrania. La conclusión, a pesar de los esfuerzos de Zelenski, es que no habrá vía rápida para Ucrania rumbo a la Unión Europea.
Europa dice “no” a Ucrania
El 28 de febrero, en una imagen que fue interpretada como un reto a Vladimir Putin, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, firmó una solicitud de ingreso a la Unión Europea. Once días después, tras la Cumbre de Versalles, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ofreció una conferencia de prensa como anfitrión del evento para explicar cuál sería el desenlace luego de la petición de Zelenski. Dentro de las conclusiones de la reunión entre los líderes europeos, el mandatario francés reconoció que un país en pleno conflicto como Ucrania, no puede ingresar de forma inmediata a la Unión Europea.
“Nosotros debemos mostrar un gran respeto por los ciudadanos y los líderes de Ucrania. Yo entiendo la respuesta emocional y sus expectativas. Desde ayer, la Unión Europea dio un fuerte y claro mensaje de que el destino de Ucrania está en Europa. ¿Podemos dar medidas excepcionales a un país que está en guerra? La respuesta es no”, fueron las palabras de Macron respecto a si habría vía rápida para el ingreso de Ucrania a la Unión Europea.
La Unión Europea toma sus precauciones
Desde antes del inicio de la guerra, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, señaló que no iba a permitir que Ucrania ingresara a la Unión Europea y, eventualmente, a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Rusia considera que esto es una grave amenaza a su soberanía, ya que, como miembro de la OTAN, Ucrania podía instalar bases militares cerca de la frontera con Rusia patrocinadas por Estados Unidos.
“Considerando la situación geopolítica y el trágico regreso de la guerra, nosotros tenemos que pensar cómo vamos a organizar una Europa más grande. Esta Europa, no necesariamente tendrá las mismas políticas que tiene con otros países de la Unión”, fueron las palabras de Macron desde Versalles.
¿Qué sigue para Ucrania?
Al momento, Ucrania tendrá que mantenerse a la espera dentro de su proceso de adhesión a la Unión Europea. En el corto plazo, y para evitar un enfrentamiento directo con Rusia, los líderes europeos no van permitir el ingreso de Ucrania. En el largo plazo, de acuerdo a los especialistas, la decisión podría llevar años ante el enorme proceso de reconstrucción que vivirá ese país. Una economía débil e inestable, no sería admitida dentro de la Unión Europea. Si Ucrania no ingresa pronto a la Unión Europea, la OTAN difícilmente podrá incluirla como uno de sus miembros para ofrecerle apoyo militar.
La OTAN es una alianza militar entre distintos gobiernos del mundo que se rige por el Tratado del Atlántico Norte firmado en 1949. En la práctica, la OTAN es una organización creada como sistema de defensa colectiva, es decir, los Estados que forman parte de la OTAN tienen como acuerdo defender a cualquier otro miembro que sea atacado por un país externo. Por ejemplo, si Ucrania perteneciera a la OTAN, la organización tendría la facultad de desplegar tropas por el territorio ucraniano. Eso es lo que trata de impedir Putin, ya que el principal promotor y patrocinador de la OTAN es Estados Unidos.
Al momento, la OTAN está integrada por 30 miembros. No obstante, en los últimos años, Rusia ha visto como una amenaza la cantidad de países bajo la influencia soviética que se han integrado a la organización. En 1999, Hungría, Polonia y la República Checa. En 2004, Letonia, Lituania y Rumania. Cuando en los últimos meses empezaron a sonar Georgia y Ucrania como posibles miembros de la OTAN, vía su ingreso a la Unión Europea, Rusia decidió frenar esos esfuerzos a través de su operación militar.
Ucrania ya lo había intentado
A finales de 2013, el entonces presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, se negó a firmar los acuerdos correspondientes para que Ucrania se integrara a la Unión Europea. Además, al ser aquel un gobierno prorruso, miles de ucranianos salieron a las calles para protestar por los escándalos de corrupción alrededor de Yanukovich logrando que éste dejara su cargo al frente del país. Para Rusia, este hecho fue un golpe de Estado en Ucrania financiado desde Occidente, especialmente por Estados Unidos; lo anterior, con el objetivo de reducir la esfera de influencia de Rusia y así acercar a Ucrania rumbo a una integración tanto a la Unión Europea como a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Tras la salida de Yanukovich, Petro Poroshenko, quien fue el presidente de Ucrania de 2014 a 2019, se alineó con Occidente y también solicitó el ingreso a la Unión Europea. Pese a ello, durante su mandato la petición nunca fue aceptada ante la presión de la Federación Rusa. Ahora, ante el nuevo escenario de guerra en Ucrania, la crucial decisión estaba en manos de la Unión Europea tras el mensaje y la solicitud de Zelenski. Por el momento, Europa le ha dicho “no” a Ucrania.