Tom Daley, uno de los atletas más importantes de la Gran Bretaña y un referente de la comunidad LGBT a nivel mundial, abrió su corazón para platicar de un tema muy oscuro en su pasado. En 2012, cuando Daley era la gran promesa de su país en los Juegos Olímpicos de Londres, su equipo lo presionó para que bajara de peso. Estas indicaciones, totalmente fuera de lugar, lo llevaron a la bulimia. Nueve años después, un Daley maduro, abiertamente gay y con una medalla de oro olímpica en el cuello, habló orgulloso sobre cómo superar un proceso que lo llevó a tocar fondo.
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Un triste episodio
Aunque solo tenía 18 años, Tom Daley era la figura británica de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y cargaba con toda la presión de un país. Aunque era su segunda justa veraniega, después de Beijing 2008, Daley era un joven que apenas iniciaba su carrera y se le colocaba una responsabilidad de súper estrella. Un error por parte de la prensa y la sociedad británica. Por ello, meses antes de esos Juegos Olímpicos, Tom Daley pasó semanas muy duras provocándose el vómito. Al ser una indicación de sus compañeros, Daley no lo vio cómo algo malo. Si quería dar resultados, tenía que estar en forma. En ese momento se desató el caos.
Foto: EFE
Ahora, ya con 27 años y su medalla de oro conseguida en Tokio 2020, Daley ha puesto la situación en perspectiva. “Uno siempre tiene estos problemas con su cuerpo cuando eres un atleta. Mucha gente nos ve a los deportistas y no pueden creer que tengamos trastornos alimenticios porque siempre nos ven en forma. La presión venía desde mi grupo de entrenamiento, mis compañeros. Todos me decían que estaba gordo y que tenía que bajar de paso para garantizar buenos resultados”, dijo Daley en entrevista para The Guardian.
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Además, apenas con 18 años, Tom Daley estaba solo. Finalmente, el debate sobre problemas como la bulimia no es común entre los hombres y menos en el alto rendimiento rumbo a unos Juegos Olímpicos. Daley no podía hablar sobre el tema, porque sus mismos compañeros eran la causa de la presión. “Fue una etapa muy difícil. Me provocaba el vómito constantemente. Me pasaba cada día. La misma rutina todo el tiempo. Tenía una relación muy extraña entre la comida y la imagen de mi cuerpo. A veces, en el caso de los hombres, no se habla de los desordenes alimenticios. Por eso era muy difícil que yo pudiera hablarlo con alguien. He peleado muchísimo con esta idea de sentirme culpable con mi cuerpo”, admitió Daley.
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Foto de portada: EFE