Vaya accidente de tránsito que ocasionó un sacerdote en el barrio de Monteolivete, en Valencia, España, pues de acuerdo con autoridades, mientras manejaba su vehículo por la localidad, chocó con dos autos que se encontraban por la zona, tras lo cual, fue detenido y se justificó argumentando que se emborrachó con el vino de consagrar que bebió al oficiar una misa minutos antes del percance.
Según medios locales, el accidente ocurrió cerca de las 10.30 de la mañana, en donde el sacerdote iba manejando su vehículo el cual chocó con otro auto que se encontraba estacionado y posteriormente se estampó con otro automóvil que circulaba cerca de la zona. Según los vecinos y testigos, el cura se mostró muy apenado cuando bajó de su vehículo y pidió disculpas por los daños que había ocasionado.
Testigos aseguran que el párroco no intentó huir
Según testigos, después de escuchar el golpe que ocasionó el choque, los vecinos de la zona salieron asustados para ver qué era lo que había pasado, al ver el accidente, pudieron ver al sacerdote bajar del auto y en seguida realizar una llamada, pero aseguran que nunca le vieron la intención de huir. Estaba muy nervioso y habló con su celular con alguien antes de que llegara la Policía, comentó una vecina a un medio local de Valencia. Luego lo vimos con los ojos llorosos cuando explicaba cómo había ocurrido el accidente a una pareja que vino para recogerlo, reiteró la testigo. Añadió que tras el percance, personas que se encontraban en la zona llamaron a una patrulla para que atendiera el accidente.
Posteriormente, la policía arribó al lugar para revisar si no había heridos de consideración a alguna víctima que lamentar y tras revisar que sólo fueron daños materiales, procedieron a hablar con el sacerdote y con los testigos para saber cómo había ocurrido todo. Una empleada de una peluquería cercana dijo que había cuatro clientas y salimos todas para ver qué había pasado. Se pusieron nerviosos porque un vecino creía que el conductor se iba a dar la fuga, pero la verdad es que el hombre no se alejó de su coche en ningún momento y dijo varias veces que no se iba a ir.
Al pedir el testimonio del sacerdote, los policías se dieron cuenta que presentaba aliento alcohólico, por lo que fue sometido a una prueba de alcoholemia y los resultados arrojaron que el cura presentaba una marca de 0.40 gramos por litro de alcohol en sangre, cuando 0.08 ya es considerado como embriaguez. Ante los hechos, se dio a conocer que gracias a que no hubo mas que pérdidas materiales, el sacerdote iba a ser acreedor a una multa y la pérdida de cuatro puntos en su licencia de conducir. Le salieron caras las copitas de más del vino de consagrar.
Ref, El Heraldo de México