Conrad Berube, apicultor y entomólogo canadiense, lo relató todo. Era de noche cuando fue atacado por un centenar de insectos que parecían abejas. Se había acercado a su colmena para destruirla, pero la linterna y el ruido del cepillo que llevaba consigo, despertó a los animales que comenzaron a picarlo incesantemente.
Pese a que llevaba traje de apicultor, estos insectos letales conocidos popularmente como “avispones asesinos”, lograron picarlo en siete ocasiones. Aunque se califica como un milagro el que esté vivo, la llegada de estos insectos a Estados Unidos, suponen una nueva amenaza para el mundo científico.
í¿Qué son los ‘avispones asesinos’?
Es un tipo de avispón gigante asiático que cada año causa alrededor de 50 muertes en Japón, debido a su potente veneno, el cual contiene neurotoxina, sustancia que podría provocar un paro cardíaco y un shock anafiláctico, en el que se produce una disminución de la presión arterial con el riesgo de perder la vida.
Su nombre científico es el de vespa mandarinia y es originario de Asia; tiene un tamaño de cinco centímetros, es decir, el doble aproximadamente de lo que mide una abeja. Al desplegar las alas, puede alcanzar los siete centímetros. Es amenazante justo para la población de abejas, a las que decapita en cuestión de segundos.
Su forma de atacar es a través de la mandíbula, la cual utiliza para arrancar la cabeza a las abejas y aunque desecha esta parte de su cuerpo, el resto lo lleva como comida a sus crías. Recientemente, Berube descubrió “miles y miles” de sus abejas decapitadas, por lo que se dio a la tarea de investigar sobre las causas, de acuerdo a información manejada por el diario Daily Mail.
Quieren evitar que se establezcan en América
Luego de declararse a las abejas, en noviembre pasado, como el ser vivo más importante del planeta, según el Earthwatch Institute, los científicos estadounidenses y canadienses, territorios en los que ya hay presencia de estos “avispones asesinos”, se han puesto como objetivo exterminar a estos insectos que amenazan en un porcentaje alto a la población de abejas.
De acuerdo a Infobae, Esta es nuestra última ventana para evitar que se establezca, aseguró Chris Looney, entomólogo del Departamento de Agricultura del Estado de Washington. Si no podemos hacerlo en los próximos años, probablemente no se pueda hacer, sentenció. Hasta el momento, los científicos desconocen cómo el insecto llegó al continente.
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