Es un hecho: Los plásticos están en todos lados. Se cuelan en los alimentos y bebidas -embotellados o empaquetados, en su mayoría- y terminan en nuestros intestinos. No salen de nosotros hasta que, literalmente, los defecamos. Suena asqueroso, ¿no? Pues es la realidad de nuestro mundo atiborrado de microplásticos.
¿Cuánto plástico consumimos?
De hecho, los seres humanos podríamos ingerir, cada semana, aproximadamente cinco gramos de plástico, que es el peso equivalente al de una tarjeta de crédito.
Esto significa que las personas consumimos cerca de 2 mil piezas pequeñas de plástico cada semana, lo que supone unos 21 gramos al mes y poco más de 250 gramos al año, según el estudio Ningún plástico en la naturaleza: evaluación de la ingestión de plástico de la naturaleza a las personas, encargado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) y realizado por la Universidad de Newcastle (Australia).
(Foto: KienyKe)
La Universidad de Newcastle señaló este miércoles en un comunicado que ha sido pionera en combinar datos de más de 50 estudios sobre la ingesta de microplásticos y que estos resultados son un paso importante para comprender el impacto que tiene la contaminación plástica en los seres humanos.
Fuentes más frecuentes
El estudio indica que hay una amplia gama en los patrones de ingestión humana, pero la fuente más grande en todo el mundo es a través del agua, tanto embotellada como de grifo.
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Sin embargo, existen grandes variaciones regionales porque se ha detectado el doble de plástico en el agua de Estados Unidos o la India que en la de Europa o Indonesia. De los consumibles estudiados, se han detectado los niveles de plástico más altos en los mariscos, la cerveza y la sal.
¿Por qué es tan grave?
La ingestión humana de plásticos es sólo un aspecto de una crisis más amplia, puesto que la contaminación por estos materiales amenaza la vida silvestre no sólo a través de la ingesta de microplásticos, sino con la destrucción del hábitat.
(Foto: RTVE)
La contaminación plástica también tiene consecuencias económicas perjudiciales, ya que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) calcula que su impacto económico anual en la economía del océano es de 8 mil 000 millones de dólares.
“Los plásticos no solo contaminan nuestros océanos y vías fluviales y matan la vida marina, está en todos nosotros y no podemos escapar al consumo de plásticos. La acción global es urgente y esencial para enfrentar esta crisis”, apuntó El director general de WWF, Marco Lambertini.
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Aunque las investigaciones hechas al respecto todavía no revelan datos específicos en cuanto a los posibles efectos negativos del plástico en la salud humana, es claro que este es un problema mundial que “sólo puede resolverse abordando la causa fundamental de la contaminación plástica”.
Si no queremos plástico en nuestros cuerpos, debemos detener los millones de toneladas de plástico que continúan filtrando a la naturaleza cada año. Para hacer frente a la crisis plástica, necesitamos medidas urgentes a nivel gubernamental, empresarial y de consumidores, y un tratado global con objetivos globales para abordar la contaminación plástica.
(Video: El País vía YouTube)
¿Qué deberían hacer los gobiernos?
Deben desempeñar un papel clave para garantizar que toda la cadena del sistema de plástico, desde los fabricantes hasta los consumidores, sea responsable del objetivo común de acabar con la contaminación plástica. WWF defiende la adopción de un tratado mundial legalmente vinculante sobre la contaminación marina de plásticos a través de una acción que ya ha reunido más de 500 mil firmas.
Este instrumento establecería objetivos nacionales y mecanismos transparentes de información que se extiendan a las empresas, y debería proporcionar apoyo financiero y técnico a los países pobres para mejorar su capacidad de gestión de residuos.
*Con información de Notimex.
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