Congresistas de Estados Unidos, abogados y médicos realizaron una nueva investigación sobre el tratamiento inhumano a mujeres migrantes en el Centro de Detención de Irwin, en Georgia.
Hace un mes se denunció que se realizaban histerectomías forzadas, dejando estériles a mujeres que no dieron su consentimiento para los procedimientos. Al menos 57 mujeres fueron las que denunciaron intervenciones médicas innecesarias, agresivas, sin su consentimiento y en situaciones irregulares.
De acuerdo con el reporte, a manera de castigo, se aceleraban las deportaciones de las mujeres que se animaban a decir algo.
Se exponía a las mujeres a riesgos reproductivos a largo plazo
De acuerdo con Los Angeles Times, las mujeres eran pacientes del doctor Mahendra Amin, un especialista en obstetricia y ginecología en Douglas, Georgia, quien también atendía a las inmigrantes en Irwin hasta que el mes pasado fue suspendido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Representantes federales dijeron que estaban en “shock” por los testimonios que habían escuchado de las internas y denunciaron que se estaban violando sus derechos humanos.
Un caso es el de Wendy Dowe, una migrante de Jamaica, que vivió cerca de 20 años en Estados Unidos, hasta que fue detenida por autoridades migratorias hace tres años. La trasladaron al centro de Irwin, en Georgia, y ahí acudió con el ginecólogo Mahendra Amin por un sangrado. Le dijeron que tenía quistes y un tumor, y que podría tratarse de cáncer. La mandaron a un hospital y despertó en el centro de detención de Irwin: le habían quitado las trompas de falopio sin su consentimiento.
Mucho después de que reportó tener complicaciones y haberse infectado, le dieron antibióticos. El doctor Amin le dijo que “aún tenía quistes” e intentó hacerle otra cirugía, pero Wendy no quiso. Entonces las autoridades del centro de migración dejaron de darle atención médica. Wendy dijo que durante su estadía en el centro de detención situaciones similares ocurrieron con otras mujeres.
De acuerdo a lo publicado por Milenio, Margaret Mueller, médico especialista en el área pélvica de mujeres en la Universidad de Northwestern, dijo que durante la investigación encontró irregularidades como un patrón de atención demasiado agresivo, que incluía procedimientos y cirugías innecesarias, y que varias veces se omitió pasos en las evaluaciones para realizar los procedimientos a las migrantes.
Esto puede exponer a las mujeres a riesgos inmediatos como sangrados, infecciones, cicatrices, dolor y daños en sus órganos vitales. Pero más importante, pueden exponer a las mujeres a riesgos reproductivos a largo plazo.
Se violaban los derechos humanos
Organizaciones que han supervisado el centro han documentado que además de los procedimientos médicos forzados se cometieron abusos sexuales, falta de atención a mujeres embarazadas, falta de agua potable e incluso castigos como confinamiento solitario. Y que durante las autoridades migratorias decidieron no hacer pruebas de covid-19 a los migrantes detenidos en medio de la pandemia.
En una declaración enviada a Efe, el abogado de Amin, Scott Grubman, negó “categóricamente” las denuncias en contra de su cliente, de quien dijo que es “un médico muy respetado que ha dedicado su vida adulta al tratamiento de una población de alto riesgo y desatendida en las zonas rurales de Georgia”.
Defensores de los inmigrantes creen que lo que está pasando en Irwin probablemente esté sucediendo en otras prisiones para inmigrantes en el país y hacen un llamado al Gobierno y al Congreso para que pongan fin a estas prácticas ilegales que violan los derechos humanos de las detenidas.
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Foto de portada: Efe.
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