Hace algunos días, se dio a conocer el lamentable ataque que sufrió una guardería en un pequeño pueblo rural de Tailandia. El ataque fue perpetrado por un exagente de policía que, con un cuchillo y un arma, terminó con la vida de 37 personas, entre ellos, los 24 niños que integraban la guardería. Los reportes de la policía señalan que el exagente de policía irrumpió de manera intempestiva disparando y matando primero al personal y maestros de la guardería, para posteriormente entrar a cada una de las tres aulas y con el cuchillo, acabar con la vida de todos los niños que ahí se encontraban.
Lo impactante del hecho, es la historia de Emmy, una pequeña que se encontraba en el lugar e increíblemente, salió con vida del terrible ataque. Emmy, de tres años, se encontraba en su salón junto con sus 11 compañeros que integraban la clase; todos de aproximadamente 3 años, habían estado ocupados dibujando y escribiendo. Alrededor de las 10:00 hora local, las maestras, como parte de su dinámica diaria, enviaron fotos de los niños sonrientes y felices a todos los padres. Dos horas más tarde, a la hora de la siesta, el exagente de policía Panya Kamrab irrumpió en la instalación educativa y perpetró el ataque.
Mató a todos los compañeros de Emmy mientras dormían
No está claro cómo ella logró sobrevivir, solamente especulan que al quedarse profundamente dormida y estar tapada con una manta, podría ser que el atacante no se dio cuenta que ella estaba ahí, pero la encontraron despierta, acurrucada junto a los cuerpos de sus compañeros. “No tenía idea de lo que estaba pasando cuando se despertó”, dice su abuelo Somsak Srithong, de 59 años, “ella pensó que sus amigos todavía estaban dormidos. Un agente de la policía le cubrió la cara con un paño y se la llevó lejos de toda la sangre”.
Los rescatistas, después de apartar a Emmy de todo el horror, inspeccionaron los otros dos salones, esperando ansiosamente encontrar a otras personas con vida, pero lamentablemente no fue así; Emmy era la única niña que había sobrevivido a la masacre, ocurrida en la provincia de Nong Bua Lamphu. Posteriormente, la madre de Emmy, Panompai Srithong, fue notificada del incidente, en donde le dijeron que todos los niños del centro habían muerto y necesitaba que la convencieran de que su hija seguía viva, por lo que le realizaron una videollamada con la niña y ahí corroboró que milagrosamente se había salvado. “Finalmente recibí una videollamada con Emmy y me llenó de un alivio bendito”, cuenta.
La pequeña localidad está llena de duelo
El resto de los compañeros y amigos de Emmy no corrieron con la misma suerte de la pequeña, por lo que la pequeña localidad sigue en shock y está llena de familias en duelo.Durante los primeros días, los abuelos de Emmy lucharon por saber qué decirle, pues ella seguía preguntando por su amiga Pattarawut, de tres años, a quien también llamaban Taching; ellas siempre dormían la siesta juntas, con los pies tocándose. También amaba la guardería y quería ser como sus maestros, por lo que también pregunta por cuándo será que regresará a tomar clases con sus amigos. “Su abuela finalmente le dijo que todos sus amigos de la escuela habían muerto, junto con su maestra, y que la guardería estaba cerrada”, dice su madre. “Ella solo quiere ir a la escuela cada día. Tenemos que seguir diciéndole que la escuela está cerrada. Es demasiado pequeña para entender el concepto de la muerte”.
Por su parte, las familias de las víctimas están llevando a cabo ceremonias funerarias budistas y oraciones por las víctimas en varios templos de la ciudad para marcar el inicio de varios días de duelo. Aún se desconoce el motivo del ataque, pero la policía dijo que el atacante habría sido despedido de su trabajo en junio por consumo de drogas. Muchos también preguntan sobre la amplia disponibilidad de armas letales y el problema de las drogas en el país. “Los padres preguntan: ‘¿Dónde hay un lugar seguro para sus hijos?’ Estoy muy triste y ruego que cualquier autoridad fortalezca nuestra seguridad”, suplica el tío de Emmy, Veerachai Srithong.
Ref. BBC