La pequeña se disponía a comer lo que sus padres habían comprado en un local en el Reino Unido. Ella había pedido nuggets de pollo, por lo que se disponía a degustar algunos junto a su familia.
Minutos más tarde, su madre se dio cuenta que el rostro de la pequeña estaba tornándose de color morado y que estaba teniendo una clara dificultad para respirar. Fue entonces que se acercó a ella para darse cuenta que se estaba ahogando, por lo que al sacarle lo que tenía atorado en la garganta, se dio cuenta que tenía un trozo de cubrebocas.
‘El cubrebocas parecía un chicle’
Esta historia que hoy te contamos ocurrió en Reino Unido. Justo cuando se disponían a comer, Laura Arber, la madre de la pequeña se dio cuenta que se estaba atragantando, por lo que de inmediato intervino y al sacarlo lo que tenía atorado en la garganta, se dio cuenta que era un trozo de cubrebocas.
Al revisar el resto de la comida, se dio cuenta también que al menos al interior de más dos piezas de pollo había también pedacitos de cubrebocas. Aunque la mujer regresó al lugar para hacer la respectiva reclamación. le indicaron que la comida no había sido preparada en ese lugar.
“El cubrebocas estaba completamente cocido, parecía un chicle”, comentó la madre de la pequeña al Daily Mail, encargado de difundir la noticia. Aunque informaron que buscaron en el resto de las 20 piezas de pollo, la única que consumió alguna contaminada fue la menor.
“Era asqueroso”, agregó, “si no hubiera estado en la habitación, simplemente no sé qué podría haber sucedido”. “Tan pronto como nos enteramos del problema, abrimos una investigación completa con el proveedor correspondiente y tomamos medidas para garantizar que cualquier producto se este lote se elimine de los restaurantes”, le indicaron en el lugar en donde compró estos nuggets.