Este miércoles, Erick abrazó a sus abuelos por primera vez en su vida. Los abrazó por él y en nombre de sus papás, quienes llevan más de 10 años sin poder regresar a México debido a las políticas migratorias del presidente Donald Trump.
Como los padres de Erick, miles de migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos, quienes dejaron todo para ir en busca de mejores oportunidades y una mejor vida, llevan años sin ver a sus familiares. Pero sus hijos, la generación contemporánea de Erick Jalapa Hernández, detesta el estilo de vida en el “primer mundo”, así que decidieron salir para abrazar a sus abuelos por vez primera.
Y es que aunque ellos nacieron del otro lado, no se sienten libres en el país en el que nacieron, sino en el que viven sus abuelos. Aman las enormes canchas de futbol, la sencillez de los pueblos y la silente vida en las comunidades rurales de México. Y después de tantos años lejos de sus abuelos, por fin pudieron regresar a sus orígenes.
“Estoy muy emocionado de conocer a mis abuelitos por primera vez. Esta es mi primera vez en México. Mis papás no pueden venir porque no tienen papeles”, dijo Erick.
Erick Jalapa no puede pronunciar bien el pueblo de sus abuelos, pero está emocionado de verlos por primera vez. (Foto: Cultura Colectiva News)
De regreso a sus verdaderos orígenes
Como Erick, otros niños hijos de mexicanos indocumentados, niños y niñas entre los 8 y los 15 años de edad, que radican en el estado de Nueva York, Estados Unidos, viajaron por primera vez en todas sus vidas para abrazar a sus abuelos en Teopantlán, Puebla.
David García Hernández tiene 13 años y nació en la Gran Manzana, sin embargo, siente mayor libertad en México.
En este país me siento más libre, porque en los Estados Unidos me la paso encerrado y aquí puedo hacer muchas más cosas. Me siento muy feliz de ver a mis abuelos.
Anthony Francisco Antiopa tiene 11 años y es la tercera vez que visita México. “Me la paso muy feliz con mis abuelos”. A pesar de su corta edad, calificó de racista a Donald Trump.
Aunque sea el presidente de los Estados Unidos es un racista, no me gusta Trump porque es racista con la gente latina. No está bien separar familias, sufres mucho, te pone triste, es como sentir que te cae un muro encima.
David García está ansioso de bailar frente a sus abuelos una danza nahua tradicional de Teopantlán, la cual aprendió en Nueva York. (Foto: Cultura Colectiva News)
Aunque los pequeños no son familia directa, muchos de ellos forman parte del grupo “Danza Raíces Teopantlán”, en el cual realizan un baile tradicional de la meseta indígena nahua de Puebla para honrar a sus ancestros.
Para muchos de los niños y niñas será la primera vez que realicen esta danza frente a sus abuelos: “Esta danza es muy tradicional y bailar es bueno [risas]”, dijo David García.
“Me siento fenomenal de ver a mis abuelos, porque a través de mí pueden ver a mi familia”, dice Erick.
Anthony calificó de racista a Donald Trump por separar familias de migrantes. (Foto: Cultura Colectiva News)
¿Quién hizo posible esto?
Y este reencuentro fue posible gracias al apoyo del Instituto de Investigación y Práctica Social y Cultura, A.C. (IIPSOCULTA), un colectivo que busca mantener a las familias unidas, ante las políticas separatistas del gobierno estadounidense.
En conferencia de prensa, Atala Chávez y Arredondo, Coordinadora Operativa de IIPSOCULTA, dijo que la organización lleva a cabo este tipo de encuentros mediante el apoyo de las familias de los migrantes y los donativos de la ciudadanía.
“Ninguna de las instituciones de los Estados Unidos ni de México se quisieron sumar a esta iniciativa. Los boletos de avión, hospedaje y alimentación han sido solventados por sus familias. Existen muchos muros y fronteras que están separando a las familias y hoy somos muestra de que somos los puentes para romper los muros ideológicos”, aseveró.
Atala Chávez y Arredondo es Coordinadora Operativa de IIPSOCULTA, quien exigió a los gobiernos de México y Estados Unidos evitar que más familias migrantes se separen en la frontera. (Foto: Cultura Colectiva News)
Chávez y Arredondo lamentó que los gobiernos de Méxicos y Estados Unidos separen familias, “porque tienen leyes xenófobas”, sostuvo.
“Aunque son niños, ellos son embajadores y son el puente de las raíces que siguen vivas en los Estados Unidos. Para viajar, ellos necesitan una carta para autorizar su viaje hacia México, pero es un esfuerzo total de sus padres y de la sociedad civil, porque ningún gobierno quiso involucrarse en la ayuda para los pequeños”, indicó Atala Chávez.
Finalmente, la coordinadora operativa de IIPSOCULTA, invitó al público en general a observar este encuentro de abrazos y danza el próximo 25 de julio en el centro de Santiago Teopantlán, en Puebla.
“Trabajamos a la inversa, para que los niños y niñas puedan conocer los colores, sabores y olores de los pueblos que vieron nacer a sus padres, además de que puedan encontrarse con sus abuelos”, dijo Atala.
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