Este martes, el zoológico de Caricuao en Caracas, en Venezuela, despertó con otra mala noticia: Ruperta, la elefanta de 48 años, murió por una caída que agravó su condición de grave desnutrición.
Aunque las autoridades del Instituto Nacional de Parques alegan que vivió más que el promedio de los elefantes en cautiverio, los ambientalistas han denunciado las malas condiciones en las que vivía Ruperta y muchos otros animales en el país.
Rupe con su cuidador a principios de este año. (Foto: Twitter)
Lamentablemente, Ruperta no es un caso aislado, pues se sabe que la crisis económica por la que atraviesa Venezuela desde 2014, ha visto el fin de muchos animales en los zoológicos y otros centros veterinarios del país, sobre todo de los carnívoros, que han padecido largas hambrunas y sacrificios masivos de otras especies.
Naciones latinoamericanas como Brasil y México ofrecieron su ayuda para el traslado de Ruperta y otras especies resguardadas en distintos zoológicos pero entre que el gobierno venezolano no aceptó la ayuda y otras trabas burocráticas, los leones, pumas, leopardos, cóndores y otros animales de distintas especies han ido muriendo.
León del zoológico de Zulia en Venezuela. (Foto: @FUrreiztieta)
Mientras, regresando al zoológico de Curicuao, exvisitantes y autoridades, se lamentan la irremplazable pérdida.
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