Pasaron cuatro meses para que Javier pudiera morir tranquilo y por decisión propia, luego que la eutanasia se declarara legal, en España. El hecho de decidir sobre nuestros cuerpos da cabida otra vez a una nueva polémica sobre si es o no ético o moral que la eutanasia se aplique a quienes así lo solicitan, tomando en cuenta su situación médica.
Este miércoles 2 de noviembre, se le dio la oportunidad a Javier de dejar de sufrir luego de atravesar un estado crítico de salud que ya no le permitía tener una vida digna. Con esto se convierte en el primer caso de este tipo en realizarse en la Comunidad de Madrid.
‘Me voy feliz’
Estas fueron las palabras de Javier, luego de pasar cuatro meses esperando la resolución de su caso, tras padecer esclerosis lateral amiotrófica, diagnosticada en el 2020. “Me encuentro muy mal, muy dolorido. De una semana a hoy ya no puedo ni inclinarme hacia adelante. Cada día pierdo más facultades”, indicó en esta entrevista a Cadena Ser, en donde daba a conocer su sentir previo a que le aplicaran la eutanasia.
“Estoy contento porque sé que me voy mañana, y triste a la vez, por la gente a la que quiero”, relató al medio citado, en palabras recogidas por Actualidad RT, mismas que describieron cómo fue que se enteró de la noticia.
“Me llamó la neuróloga. Me dijo que el comité ya había evaluado mi caso y que estaba aprobado. Me preguntó que cuándo quería que se hiciera y, directamente, le dije: ‘Mañana’. No quise esperar más, no puedo aguantar más”, refirió Javier antes de morir.
Lo que hizo al saber la decisión
Javier relató que al dar a conocer la decisión acerca de la fecha en la que quería que le aplicaran la eutanasia, comenzó el proceso de despedida de sus seres queridos. “Estoy llamando a mis familiares, amigos, compañeros de trabajo. Les llamo para decirles que ha llegado el día. Estaba deseando que llegara el día”, dijo.
Morir por dignidad, esa era la premisa de Javier. “Me llevo de todo. Alegrías, tristezas, penas. Son muchas cosas buenas y malas. Unas no pueden existir sin las otras. Estoy convencido de que voy a morir por dignidad. Me voy, de veras, contento y alegre. Sé que cuando me tumbe en la cama y cierre los ojos, me llevo 58 años de vida”.
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Foto de portada: EFE.
