Corinna Smith empezó a escuchar rumores turbulentos sobre la vida secreta de su marido y decidió poner manos a la obra. La mujer de 59 años, enfurecida por lo que se contaba de su esposo Michael, no escuchó razones y decidió enfrentar al hombre del que se había enamorado desde hace casi 40 años.

Michael Baines dormía tranquilamente disfrutando de su retiro a los 81 años cuando, de pronto, le cayó encima caramelo líquido hirviendo. Así, con esa letal mezcla de agua y azúcar, el hombre perdió la vida en una historia que se dio el año pasado, pero que apenas ha visto la luz pública en Inglaterra.

Así lo planeó todo…

Tras escuchar un día antes los rumores sobre la vida de su esposo, Corinna Smith fue a la cocina a preparar la receta fatal. Tomó una cubeta con agua hirviendo y le puso tres bolsas de azúcar que había comprado en el supermercado. En la noche, al estilo de cualquier película de terror, la mujer dejó caer el contenido sobre la humanidad del pobre Michael.

Después de cometer el crimen, Corinna perdió el control y decidió ir a contárselo a sus vecinos. Les dijo: “me parece que lo he matado”. En lugar de hacer una llamada a los servicios de emergencia, la esposa creyó conveniente ir a tocar a una puerta que estaba a nueve casas de la suya. Cuando llegaron los paramédicos, al recibir la llamada de los vecinos, el hombre seguía con vida.

El saldo de la mujer fatal

Michael Baines llegó al hospital en Cheshire, Inglaterra, con quemaduras graves en el 36 por ciento de su cuerpo. Las zonas más afectadas fueron el pecho y los brazos. Los médicos pudieron mantenerlo vivo durante casi un mes hasta que finalmente murió.

En un inicio, cuando su esposo seguía vivo tras el incidente, la policía levantó cargos en su contra por “daño físico con alevosía”, pero ahora ha sido declarada culpable por asesinato. La sentencia definitiva se dará a conocer durante los primeros días de julio.

Paul Hughes, el hombre a cargo de la investigación, no podía creer lo que había sucedido: “Lo mató de una forma cruel y dolorosa. Lanzarle agua hirviendo a alguien mientras duerme es terrible. El hecho de mezclar azúcar y agua muestra la determinación que ella tenía para causarle un grave daño. El azúcar en el agua es muy grave, porque es gruesa y pegajosa, además de que es más fácil que pueda hacer daño a la piel”.

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Foto de portada: Twitter @PoliceEport

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