Los Juegos Olímpicos de Tokio han mostrado una cruda realidad respecto a la discriminación de la mujer en el deporte. Antes de la justa veraniega, se destapó el escándalo por la multa a jugadores noruegas de balonmano que no querían usar bikini y, hace unos días, las gimnastas alemanas protestaron dentro de la justa veraniega con uniformes que cubrían todo su cuerpo para seguir su lucha en contra de la sexualización en esa disciplina.
Ahora, en una nueva polémica, un tuit de un teólogo islamista turco atacando a las jugadoras del equipo de voleibol tras su reciente victoria en Tokio se ha vuelto viral en aquel país; lo anterior, ha reavivado el debate sobre el islam y la situación de la mujer en Turquía.
Mal ejemplo para las niñas
Apodadas “Sultanas de la Red”, por su gran habilidad para jugar, las mujeres que integran la selección turca de voleibol recibieron miles de felicitaciones cuando el pasado domingo vencieron a China en su primer encuentro en los Juegos Olímpicos de Tokio; pese a ello, varios líderes islamistas arremetieron contra ellas por considerar que son un “mal ejemplo” para las niñas musulmanas. Por ejemplo, al informar sobre el evento deportivo, el periódico Milli Gazete utilizó una foto que únicamente mostraba los dedos de las jugadoras de voleibol en lugar de su cuerpo entero.
“¡Hija del Islam! Eres la sultana de la fe, la castidad, la moral, el pudor y la decencia, no la del patio de recreo”, reza el mensaje con el que Ihsan Senocak, fundador de la asociación religiosa Centro de Investigación Científica e Intelectual (IFAM), recrimina el comportamiento de las atletas. “¡No te dejes engañar por las pantallas y los hermanos barbudos que llaman ‘sultán’ a las víctimas de la cultura popular! ¡Eres nuestra esperanza y nuestra oración! Eres hija de madres que ‘son tímidas para mostrar su nariz'”, añade.
Foto: EFE.
Polémica desatada en Turquía
El controvertido tuit ha desatado una ola de indignación en los círculos laicos de Turquía, reflejado en un sinfín de respuestas en Twitter que rechazan del plano la visión de la mujer defendida por Senocak. “No son hijas del islam, son individuos exitosos y libres de la República”, “Cada vez que las mujeres tienen un éxito, alguien les dice ‘Basta, es una orden del Islam; “Esto es voleibol, deportes… Con tales declaraciones alejas a la gente del Islam”, son algunos ejemplos.
En el canal de YouTube del periodista Cuneyt Ozdemir, Senocak defendió sus palabras argumentando que tiene derecho a la libertad de expresión y que el islam abarca los ámbitos de la vida y “se vive como todo o como nada”. “Me dirigí a las chicas musulmanas. Cuando ellas (las jugadoras de voleibol) son aplaudidas, las generaciones recién criadas tienden a comportarse como ellas”, insistió.
La situación de la mujer en Turquía
Desde que en 2002 subiera al poder el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Recep Tayyip Erdogan (entonces primer ministro y ahora presidente y jefe de Gobierno), en la sociedad turca ha aumentado la polarización entre laicos y religiosos islamistas. El debate ha crecido por la salida de Turquía, el pasado 1 de julio, del Convenio de Estambul, el principal tratado internacional para combatir la violencia machista, que siguió a la prohibición del alcohol durante la pandemia y al cambio del sistema educativo del país, que abrió más espacio a las escuelas religiosas.
No obstante, la reacción “abrumadora” de indignación y rechazo a las críticas islamistas contra las jugadoras de voleibol es vista por algunos como reflejo de un desarrollo prometedor para muchas mujeres en Turquía. Así, el politólogo Deniz Parlak declaró a la prensa turca que la ola de islamización promovida por el AKP de Erdogan no ha logrado la aceptación social generalizada que pretendía el Gobierno.
En esa visión coincide Yildiz Ecevit, socióloga y presidenta de la Asociación de Estudios de Género y de la Mujer de Turquía. A pesar de todos los esfuerzos de islamización de los últimos años, los islamistas radicales siguen siendo una “minoría marginal”, que no ha podido ganar un mayor terreno social, indicó Ecevit. “Las organizaciones de mujeres, las organizaciones LGBT+, su lucha creciente en los últimos años y los avances laicistas de la república siempre me hicieron ser optimista. En los últimos años hubo iniciativas dirigidas a las instituciones. El último ejemplo es el Convenio de Estambul. Pero mantengo mi optimismo especialmente por la juventud que defiende su estilo de vida”, insistió la experta.
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Foto de portada: EFE.
Con información de EFE.