Cuando decimos que los buenos somos más, nos referimos no sólo a los mexicanos sino también al resto del mundo. Las acciones que los ciudadanos tienen en consecuencia de la pandemia, tratando de beneficiar al prójimo en estos momentos de crisis por la presencia del coronavirus, siguen dándose a conocer para que en algún momento puedan ser replicados.
Este es el caso de María Caballero, profesora de una comunidad rural, quien camina cerca de 10 kilómetros para entregar a domicilio las tareas a aquellos niños que no cuentan con Internet en casa y así no se atrasen en el ciclo escolar, que ya de por sí se ha visto afectado por la cuarentena provocada por el covid-19.
¿Quién pensó en estos niños?
Luego de darse a conocer que las clases en Argentina serían virtuales para evitar que los niños perdieran el ciclo escolar por la pandemia, María Caballero se preguntó quién pensaba en los niños que estudian en comunidades rurales, por lo que, al no recibir alguna respuesta satisfactoria, decidió poner manos a la obra.
A María se le ocurrió que sería buena idea dejarles las tareas en las puertas de sus domicilios, después de caminar 10 kilómetros para lograr este objetivo y así llegar a estas comunidades rurales en donde viven sus alumnos y así pierdan lo menos del ciclo escolar.
“Como no hay clases y los chicos no tienen Internet ni teléfonos, se me ocurrió dejarles la tarea colgada en bolsitas en las tranqueras. Cuando pasa una semana, voy y las retiro con los deberes hechos. Hablamos a la distancia; ellos me preguntan lo que no entendieron y nos quedamos charlando un ratito. Ellos me extrañan y yo a ellos”, dice la profesora.
Además, les deja útiles escolares
Las medidas sanitarias que María Caballero deja a los estudiantes del Centro Educativo Rural 303 Antonio Arenales, son las pertinentes para que no haya riesgo de contagio por covid-19. Además de dejar las tareas escolares dentro de bolsas de plástico, les deja mensajes motivacionales para que cuiden su salud.
Sabiendo las condiciones precarias en las que los niños viven, la profesora indicó que también les deja útiles escolares, porque muchas de las familias de la zona no cuentan con recursos económicos para comprarlos. “Esta semana llevé tijeras, papeles de colores y pegamento porque tenían que hacer manualidades. Es importante que los chicos tengan creatividad y se entretengan estos días”, dijo María a medios locales.