Después de la vertiginosa respuesta de Rusia sobre Kiev tras el ataque de Ucrania al puente de Crimea, la guerra parece haber entrado, nuevamente, en una etapa de estudio por parte de ambos bandos. Los traslados, los repliegues y qué sigue en una operación militar que inició en febrero dependen ahora mayoritariamente del impacto del invierno.
Rusia deja a Kiev sin luz y electricidad
Ahora, en una estadística preocupante, la mitad de la ciudad de Kiev, capital de Ucrania, se encuentra sin electricidad y los habitantes de los edificios residenciales no tienen agua corriente, especialmente en los pisos más altos debido a la escasa presión en el sistema de suministro, dijo hoy el organismo humanitario de la ONU. Al menos 15 de las 24 provincias del país enfrentan recortes de electricidad y agua, indicó en Ginebra el portavoz de la Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Jens Laerke.
Esta situación se debe a la ola de bombardeos rusos contra infraestructuras esenciales y de carácter civil de Ucrania en las últimas seis semanas, que según cifras independientes han provocado la muerte de casi 80 civiles solo en este periodo, además de tres centenares de heridos. De acuerdo a los expertos, el plan de Vladimir Putin era dar golpes estratégicos para dejar a Ucrania endeble rumbo a uno de los inviernos más fríos de las últimas décadas.
Más allá de la capital, la ONU indicó que varias otras regiones del país (Leópolis en el oeste, Zaporiyia y Odesa en el sur y Chenihiv en el norte) están “completamente desconectadas del suministro eléctrico” y que numerosos técnicos están trabajando para mejorar esta situación. La ONU ha entregado 400 generadores eléctricos a Ucrania, que son utilizados de forma prioritaria en hospitales y escuelas. Todavía se está preparando el envío de equipos adicionales ante el temor por el invierno.
Para hacer frente a la ausencia de calefacción en medio de temperaturas varios grados por debajo de cero, las autoridades han creado “puntos de calentamiento” en todo el país. Una portavoz de la Federación Internacional de la Cruz Roja recordó que las entidades humanitarias han preparado con meses de anticipación el plan de ayuda para el invierno en Ucrania, pero los ataques rusos contra las infraestructuras críticas han hecho la situación peor de lo que se preveía.
Cuatro millones de personas en Ucrania necesitarán ayuda humanitaria en los próximos meses de invierno, lo que incluye a más de 180 mil familias que han recibido a desplazados en sus casas. Las organizaciones humanitarias concuerdan en que puede esperarse un aumento de desplazamiento de población en las próximas semanas y meses, debido a los ataques rusos y al frío extremo. Un tercio de toda la población del país antes de la guerra se encuentra desplazada internamente y más de siete millones han buscado refugio fuera de Ucrania. El plan de Putin está a punto de pasarle factura a millones de habitantes en Ucrania.
Con información de EFE / Foto de portada: EFE