El centro-derechista Movimento 5 Stelle (M5S) fue la fuerza política más votada con un 32.5 por ciento de los votos escrutados. Sin embargo, este porcentaje no fue suficiente para adquirir los escaños necesarios para formar un nuevo gobierno.

Estos resultados generan un escenario de ingobernabilidad en uno de los países pilares de la Unión Europea y que podría afectar los mercados a nivel continental. Además de que las fuerzas políticas de ultraderecha comienzan a subir su cuota legislativa en los salones parlamentarios en Roma.

«Inicia la tercera República, la de los ciudadanos»

De acuerdo con el máximo órgano electoral italiano, Corte Constitucional de la República Italiana, el M5S superó a la coalición de extrema derecha Lega Nord (LN) quien ha venido ganando terreno presencial en la escena política local y quien de acuerdo con la opinión pública, representan el carácter europocentrista, xenófobo, nacionalista y antimigrante de las clases más conservadoras y fascistas de Italia.

Resultados parciales de las legislativas. (Foto: Elaborazione Quorum)

Por debajo de la M5S y la LN, quedó el partido populista de derecha Forza Italia, presidido por el ex primer ministro Silvio Berlusconi; uno de los resultados sorpresa de la jornada electoral, pues, a pesar de lo que se esperaba, la LN superó a Forza Italia con 17.59 % contra 14 %.

«La contribución numérica y política de Forza Italia fue evidentemente decisiva para esta afirmación, a pesar de la gran desventaja causada por la inaplicabilidad de nuestro líder Silvio Berlusconi».

Por su parte, el centro-izquierdista, liberal y progresista Partido Democrático (PD); sumó 18.3 % de los votos que se elevaría al 23.03 % tomando en cuenta la coalición con otros partidos izquierdistas más pequeños. Matteo Renzi, líder del partido consideró un fracaso la elección por lo que renunciará a la dirigencia del PD generando aún más incertidumbre en el escenario político de Italia.

¿Cómo será el nuevo sistema de elecciones?

Los resultados oficiales podrían darse hasta la madrugada de este martes ya que los analistas consideran a este nuevo sistema de comicios como “demasiado complejos”. Conocido como “Rosatellum”, este nuevo sistema introduce un sistema mixto y proporcional, pero al mismo tiempo es mayoritario por lo que complica los resultados finales y amenaza en mandar los resultados a los grupos parlamentarios para tomar una decisión final.

Los electores votan a través de una circunscripción uninominal, lo que quiere decir que el votante introduce el nombre del candidato por quien quiere votar, y no el del partido. Todos los votos son asignados proporcionalmente a las coaliciones (que en este caso son tres de las fuerzas políticas más grandes a excepción de Forza Italia que participa como partido único).

Las elecciones estuvieron marcadas por irregularidades y lentitud. (Foto: AFP)

Para la obtención de escaños, los partidos y coaliciones deben obtener al menos un 3 % de votos, en caso de obtener una cifra menor al 1 %, sus votos son anulados. Este sistema dificulta la metodología establecida en los centros electorales de todo el país con respecto al recuento a nivel central.

Incluso. el nuevo sistema electoral italiano propició que la participación ciudadana disminuyera donde solo el 72 % de los votantes (46 millones de personas), fueron a las urnas a diferencia del 75% que participó en las generales de 2013.

También se celebraron elecciones regionales. (Foto: AFP)

También se implementó un nuevo sistema anticorrupción que generó enormes filas en las urnas, se trata del sello antifraude para validar el voto único por ciudadano, sin embargo solo aplica en papeletas físicas y no en voto digital.

¿Cuál es el panorama?

La mala organización y lentitud en las urnas generó caos en regiones como Piamonte, Lazio, Sicilia y Lombardía, hecho que refleja la irresolución general tanto en las elecciones generales como en las regionales. Y es que tras dos décadas de contundencia electoral y con resultados finales claros, el sistema “tripartidista” en Italia se ve debilitado porque ninguna de esas tres coaliciones alcanzó la mayoría absoluta.

La decisión final la deberá tomar Sergio Matarella, presidente de la república, quien se encargará de anunciar oficialmente al ganador de la contienda. En caso de no llegar a un resultado tajante, habrá una larga lista de reuniones del mandatario con los partidos y el tribunal electoral para llegar a una solución.

La fecha importante será el 23 de marzo, cuando los grupos parlamentarios celebren su primer pleno en la nueva administración donde, en caso de no tener a un vencedor definido por el poder ejecutivo y el tribunal electoral, los partidos tendrán que debatir y cabildear para elegir a los presidentes del Congreso y Senado quienes a su vez decidirán quien presidirá el cargo de primer ministro.

Por lo pronto, el panorama político se inclina más a la derecha, el repunte de Forza Italia, la tendencia de la Liga Nord y el triunfo parcial de M5S, sugieren que el nuevo gobierno volverá a manos de las coaliciones de derecha. La pregunta es qué tipo de derecha volverá al poder, si la moderada o la extrema.

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