En Indonesia, durante varias décadas el gobierno exigió a las mujeres una prueba de virginidad como requisito para poder ingresar al Ejército. La revisión consistía en una examen vía tacto, en el cual, se usaban varios dedos para comprobar si el himen estaba intacto. Por increíble que parezca, si este paso no era superado, ya no podías aspirar a tener una carrera militar en aquel país. Además, el proceso también se aplicaba a las mujeres que querían casarse con oficiales del Ejército. Si el himen estaba roto, no había matrimonio. El argumento de las autoridades era que las revisiones formaban parte de un análisis médico para comprobar la salud de las aspirantes.
Un acto de discriminación
La historia, reportada por la BBC, tenía como punto clave que los exámenes médicos de esta índole solo eran aplicados a las mujeres. En el caso de los varones, nada. Por ello, en una lucha de décadas, organizaciones de derechos humanos habían realizado varios esfuerzos sin éxito para acabar con esta medida discriminatoria. Todos los testimonios recopilados por varios años, mostraban indignación e incredulidad por parte de las mujeres, al tener que someterse a un proceso doloroso y, ante todo, sin ninguna validez científica.
Las pruebas de virginidad son claramente una forma de violencia de género y es una práctica que está ampliamente desacreditada. El examen consistía en insertar dos dedos en la vagina para que, supuestamente, se pudiera evaluar si la mujer había tenido o no relaciones sexuales, dijo Andreas Hasorno, investigador de Human Rights Watch en Indonesia.
Foto: Donal Husni / ZUMA Wire
Se acabaron las pruebas
El jefe de las Fuerzas Armadas en Indonesia, Andika Perkasa, anunció la decisión del gobierno. La prueba ya no será necesaria. La revisión es irrelevante dentro del reclutamiento. El objetivo de todo este proceso es verificar la salud de las aspirantes y esa prueba no era necesaria. No habrá otros exámenes médicos aparte de los que tengan ese propósito. Hay cosas que no son relevantes y no podemos seguir haciendo ese tipo de revisión. Debemos hacer el mismo examen a las mujeres reclutas que a los hombres”.
En declaraciones para BBC, Andreas Hasorno explica que ya era tiempo de un cambio de políticas. El Ejército finalmente está haciendo lo correcto. Ahora es responsabilidad de los comandantes territoriales cumplir con las órdenes. Esta práctica no tiene naturaleza o validez científica. Es algo totalmente abusivo.
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Foto de portada: AFP
Con información de BBC Mundo