Desde hace un par de años consumir alimentos orgánicos se ha puesto de moda, no sólo porque supuestamente son más saludables y nutritivos que los alimentos no orgánicos, sino que además te los venden como que estás ayudando al planeta.
Sin embargo, un estudio reciente desmiente esto y dice que los alimentos orgánicos están haciendo más mal que bien.
¿Qué dice el estudio?
Investigadores internacionales de la Universidad de Tecnología de Chalmers, ubicada en Suecia, analizaron el impacto que tiene la producción de alimentos orgánicos y convencionales en el clima.
En esta ilustración se muestra que para producir la misma cantidad de alimento orgánico se necesita más tierra. (Foto: Universidad de Tecnología de Chalmers)
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En este estudio los expertos encontraron que los cultivos orgánicos producen rendimientos mucho más bajos, sobre todo porque los fertilizantes químicos no se utilizan para impulsar los cultivos. ¿Y esto qué tiene que ver? Quien decir que para producir la misma cantidad de alimentos orgánicos que los cultivos convencionales, se necesita mucha más tierra.
Y esto es algo hasta lógico, ¿no? Porque es evidente que la agricultura convencional produce mayor rendimiento, razón por la cual no se practica tanto la agricultura orgánica.
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Pero los investigadores no sólo descubrieron esto, sino que los alimentos orgánicos también tienen un mayor impacto en el clima debido a las emisiones adicionales de dióxido de carbono producidas a través de la deforestación que se lleva a cabo, debido a la necesidad de más tierra para la producción orgánica.
Stefan Wirsenius, uno de los autores del estudio, dijo en un comunicado de prensa que aunque lo más superficial es pensar que la producción orgánica es mejor, los daños son indirectos:
El mayor uso de la tierra en la agricultura orgánica conduce indirectamente a mayores emociones de dióxido de carbono gracias a la deforestación. La producción mundial del alimentos se rige por el comercio internacional, por lo que la forma en que cultivamos en Suecia influye en la deforestación en los trópicos. Si usamos más tierras para la misma cantidad de alimentos, contribuimos indirectamente a una mayor deforestación en otras partes del mundo.
¿Cómo lo supieron?
En el estudio que fue publicado en la revista Nature, el equipo explicó que los guisante orgánicos cultivados en Suecia tienen un impacto en el clima del 50% más que los que se cultivan utilizando métodos tradicionales. En cuanto a los demás alimentos, hubo una diferencia incluso mayor, ya que el trigo de invierno sueco se acercó al 70%.
Los investigadores evaluaron el efecto de un mayor uso de la tierra en las emisiones de dióxido de carbono, lo que denominaron “costo de oportunidad del carbono”.
La agricultura orgánica conduce de manera indirecta a mayor dióxido de carbono. (Foto: YouTube)
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Para esto tomaron en cuenta la cantidad de carbono almacenado en los bosques que se libera como consecuencia de la deforestación, lo que según ellos no se ha tomado en cuenta antes para evaluar el impacto de los alimentos orgánicos en el medio ambiente.
Este es un gran descuido porque, como lo muestra nuestro estudio, este efecto puede ser muchas veces más grande que los efectos de los gases de efecto invernadero, que normalmente se incluyen.
Wirsenius acepta que la agricultura orgánica es mejor para el bienestar de los animales de granja, pero “cuando se trata del impacto climático, nuestro estudio muestra que los alimentos orgánicos son una alternativa mucho peor”.
¿Eres de los que tratan de consumir todo orgánico? ¿Ya sabías del impacto que esto deja?
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