Fue en 2017 cuando Canyon Mansfield, un adolescente de 14 años de edad, paseaba con su perro en una localidad ubicada en Idaho, cuando su mascota se acercó a una bomba, conocida como M44, misma que se activó y liberó polvo de cianuro que terminó con la vida del perrito de Canyon, quien fue trasladado a un hospital de manera inmediata por lesiones en su cuerpo. Desde ese momento, grupos ambientalistas protestaron por el uso de estas bombas, consiguiendo que no se volvieran a usar.
Sin embargo, esta semana se dio a conocer que la administración del presidente estadounidense Donald Trump autorizó de nueva cuenta las trampas venenosas conocidas como “bombas de cianuro”, utilizadas comúnmente para matar zorros silvestres, coyotes y perros salvajes a pesar de la abrumadora oposición de los grupos conservadores.
Ni 20 mil firmas lograron la prohibición
Después del incidente con Canyon, su familia presentó una demanda contra el gobierno federal por las lesiones causadas al menor y, claro está, por el fallecimiento de su mascota. La decisión de restablecer su uso para este 2019, indignó a grupos ambientalistas que inundaron la Agencia de Protección Ambiental con más de 20 mil cartas de protesta, a las que agregaron firmas para su prohibición de manera definitiva.
Estas bombas de cianuro, conocidas como M-44, se implantan en el suelo y se asemejan a los rociadores de pasto, usan un eyector con resorte para liberar cianuro de sodio cuando un animal atraído por un cebo jala un soporte del compartimiento de la cápsula. Un eyector es justamente un mecanismo que sirve para expulsar los cartuchos vacíos en las armas de fuego.
“Son increíblemente peligrosos para las personas, sus mascotas y la vida silvestre en peligro de extinción, son demasiado peligrosos para ser utilizados”, dijo a la AFP Collette Adkins, directora de conservación de carnívoros del Centro para la Diversidad Biológica. “La industria ganadera lo quiere”, dijo, y agregó que los grupos de la industria agrícola enviaron unos 10 comentarios a favor de volver a autorizar los M-44 a la EPA.
¿Por qué son peligrosos para los seres humanos?
Según datos del gobierno, los M-44 mataron a 6 mil 579 animales en 2018, incluidos más de 200 animales “no objetivo”, incluidos mapaches, zorrillos y un oso. Adkins dijo que su organización continuaría presionando para prohibiciones a nivel estatal, la última de las cuales fue aprobada por Oregon en mayo.
El problema con estas bombas de cianuro es que su daño es permanente en el área en donde sean activadas por primera vez. Es decir, el lugar en el que, por ejemplo, estalló en Idaho al momento de ser activada por el perrito de Canyon, estará afectado para siempre, y con ello afectará también a aquellos que pasen por dicha zona.
Además, estas bombas de cianuro están pensadas para dañar una población masiva de animales salvajes, por lo que colocarlas en zonas en donde usualmente pasan seres humanos con mascotas, resulta potencialmente peligroso, algo que ya están analizando protestar de nueva cuenta, grupos ambientalistas en Estados Unidos.
Recuerda que con nosotros puedes seguir informado aquí.
Foto de portada: ABC.
Podría interesarte:
Vloggers retan al senador Samuel García a construir refugio canino
Rescatan a 55 perritos maltratados en la GAM; hay un detenido
Adiós, Chichí… Muere perrito rescatista del sismo del 19S