Mil doscientos delitos de acoso sexual a través de Internet de abril a junio de este año, en Reino Unido. En pleno confinamiento, la policía local investigó el aumento de casos de acoso durante la pandemia por covid-19 y las cifras resultaron escandalosas.
Entre esas historias que investigaron, salió a la luz la de Kelly -nombre ficticio de la víctima- quien fue engañada por una mujer que se hizo pasar como una cazatalentos de modelos, para que al caer en la trampa, pudiera ser violada por varios hombres.
‘Me pusieron una trampa para una violación en grupo’
En una narración que Kelly hizo para la BBC de Londres, reveló cómo fue que la engañaron para poder violarla en grupo. “Pensé que iba a conseguir un trabajo de modelo, pero en lugar de eso me pusieron una trampa para una violación en grupo”, dijo.
Kelly tenía 17 años cuando una mujer que se hizo pasar por una cazatalentos, la contactó por Instagram para ofrecerle trabajo como modelo. La invitaron a reunirse para grabar un video en el centro de Londres, pero cuando llegó al lugar, ya había un hombre esperándola, argumentando que era el gerente de la agencia de modelos.
“Me dijo que era el gerente y me llevó a un departamento en el piso de arriba, en donde me violó. La cazatalentos de modelos llegó media hora después con condones. Estaba claro que todo había sido planeado entre ellos”, dijo Kelly.
La ayudó la empleada de una farmacia
Kelly narró que después de haber sido abusada sexualmente por varios hombres, le dijo a uno de sus atacantes que estaba en su periodo y que necesitaba tampones. Al llevarla a la farmacia, le pidió ayuda a una empleada de una cafetería.
“Logré convencerlo de que me dejara ir al baño en un café cercano, donde le expliqué a una empleada lo que estaba pasando. Ella me dijo que me encerrara en el baño mientras llamaba a la policía”, explicó la joven quien fue rescatada por autoridades locales.
El caso comenzó a tomar relevancia cuando se abrieron las últimas investigaciones en torno al acoso sexual en Internet, en donde se recibieron miles de denuncias durante el confinamiento. La seguridad en las redes sociales es lo que más reclaman los activistas, pues muchos menores de edad caen en las redes de los acosadores y son víctimas incluso de hasta pornografía infantil.