El Taj Mahal necesita una limpieza profunda pues por los desechos de los insectos que pululan el lugar gracias a un río contaminado cercano a la edificación, las blancas paredes de mármol se están poniendo vedinegras.
Dadas las circunstancias, la Suprema Corte India ha visto forzada su intervención y lanzó una petición de ayuda a empresas especializadas para que ayuden en el proceso de limpieza del monumento más importante del país.
Desde su construcción entre 1632 y 1653 en la ciudad de Agra, a las orillas del río Yamuna, el mausoleo no había tenido un deterioro tan significativo a causa del Chironomus Calligraphus (Geoldichironomus) que se han reproducido de forma exponencial y que se mantienen cerca gracias al río que está estancado y sin peces, a causa de su contaminación. Así que la cadena es obvia y terrible: los peces no pueden mantener el equilibrio comiéndose la gran cantidad de insectos disponibles.
Así luce un día de visita normal al Taj Mahal, que recibe ocho millones de visitas al año. (Foto: ntdin.tv)
Aunque aún no se llega a un estado crítico por la limpieza de la joya arquitectónica, la Oficina Arqueológica de India (ASI, por sus siglas en inglés) advirtió que las paredes todavía pueden limpiarse para mantenerse en un estado óptimo de visitas (el mausoleo recibe a ocho millones de visitantes), pero que fregar constantemente el mármol puede hacer que el mármol pierda su brillo.
Lo que se pide es básico: que se limpie el río para que todo se mantenga en un orden equilibrado. (Foto: BBC)
Otra amenaza clara para el Taj Mahal son las refinerías cercanas que han logrado un tono amarillento sobre el mármol. Y aunque los químicos del ASI lo han combatido con una mascarilla de lodo, receta ancestral que usan las mujeres del país, lo cierto es que pronto los descubrimientos y trabajos serán insuficientes, ya no sólo caros, complejos y evitables.
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