Inoke Tonga es un profesor de voleibol de la escuela secundaria, Valor Christian en Highlands Ranch, Colorado. Hace unos días fue convocado a una reunión con el comité del colegio, en donde pensaba que sería promovido, su sorpresa fue cuando llegó a la junta y se encontró con un interrogatorio sobre su sexualidad, querían que admitiera si era gay.
En el contrato de Tonga, jamás se especificó nada sobre su sexualidad, ni que no pudiera enseñar en la institución por esta razón, así que nunca intentó esconder su sexualidad.
La sorpresa que se llevó este maestro al asistir a la reunión fue que el comité buscaba cambiar su sexualidad, lo que dejó perplejo a Inoke.
“Se ofrecieron a ayudarme a dejar de ser gay, y ayudarme con mi ‘lucha’ ”, dijo Tonga, en una entrevista para The Guardian.
La petición de la escuela era que asistiera a una especie de terapia de conversión sexual y cuando regresara ‘curado’, diera un discurso de como había logrado dejar de ser gay y que tanto le había beneficiado a su vida. Además, él maestro debía romper todo lazo con su prometido y dejar de subir contenido de apoyo a la comunidad LGBT.
Esta petición atenta contra los derechos humanos de Tonga, así que, como era de esperarse, rápidamente el maestro declinó de la petición y supo que tenía que renunciar de inmediato a esta institución.
‘Dijeron que muchos padres pagaban mucho dinero para que sus hijos pudieran ir a Valor y no tuvieran mentores gays’, añadió.
¿Cómo reaccionaron los estudiantes del profesor?
Un grupo de estudiantes, padres de familia, maestros y hasta ex alumnos se presentaron en las instalaciones de la institución cristiana para apoyar al profesor, Inoke Tonga, argumentando que la sexualidad era algo personal y no debería ser una condicionante para que tan buen elemento perdiera su trabajo.
Según información del portal especializado en la comunidad, El Closet LGBT, en 2020, la corte suprema dictaminó que las protecciones laborales en la Ley de Derechos Civiles deberían extenderse a los empleados LGBTQ +, por lo que prohibiría federalmente el despido de un empleado por su orientación sexual o ser transgénero, aunque existe una Laguna jurídica en donde las instituciones religiosas aún pueden discriminar a los empleados de una fe diferente (incluyendo, claramente, la orientación sexual).
Desafortunadamente la historia de Tonga está lejos de ser un incidente aislado, incluso en la escuela secundaria Valor Christian, una maestra lesbiana fue presionada para que se fuera en circunstancias similares.
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Foto de portada: El Closet LGBT.