El nuevo capítulo del escándalo es una nueva demanda contra la empresa mexicana Televisa en una corte federal de Nueva York por pagar millones de dólares en sobornos para quedarse con los derechos de transmisión de los mundiales de futbol de 2026 y 2030. La historia trae bastante cola.
La corrupción en el futbol internacional ha estado discutiéndose por mucho tiempo. Además de Televisa en México, Fox Sports en Latinoamérica y la brasileña Globo también están señaladas, igual que la empresa argentina de marketing deportivo y distribuidora de derechos de televisión Full Play, la española Media Pro y la brasileña Traffic Group.
Televisa es sólo una pieza más en la gran trama de corrupción que puede existir desde hace años. (Foto: Especial)
Un poco de historia:
En respuesta a las recientes publicaciones en medios, relacionados con Grupo Televisa, así como a acusaciones sobre actos de corrupción a tres directivos de la FIFA, Grupo Televisa niega cualquier acción indebida. Asimismo, Grupo Televisa nunca tuvo conocimiento o autorizó, de forma alguna, soborno o conducta inapropiada alguna.
Fue la respuesta de la compañía mexicana en un comunicado el 15 de noviembre de 2017, durante un capítulo anterior del escándalo.
Cualquier insinuación en relación a que Fox Sports tuvo conocimiento o aprobó sobornos es absolutamente falsa. Fox Sports no tenía control operacional de la entidad que dirigía Burzaco”, afirmó en otro comunicado la televisora estadounidense. “La entidad administrada por Burzaco era una filial de Fox Pan American Sports, que en 2008, al momento del contrato en cuestión, era propiedad mayoritaria de una empresa de capitales privados y bajo su control operacional y de gestión.
En efecto, la declaración que desató los demonios provino de Alejandro Burzaco, empresario argentino detenido en Italia en 2015 y extraditado a Estados Unidos donde permanece bajo arresto domiciliario tras pagar una fianza de 20 millones de dólares mientras enfrenta acusaciones de corrupción en el escándalo conocido como FIFA Gate.
Burzaco enfrenta acusaciones de corrupción por el escándalo de FIFA Gate. (Foto: Clarín)
Burzaco fue CEO de la compañía argentina Torneos, anteriormente conocida como TyC o Torneos y Competencias, productora dedicada a la transmisión de eventos deportivos y a la gestión de derechos televisivos.
Entre 1992 y 2009 esa empresa fue titular de los derechos de la Primera División y la Primera B Nacional del futbol argentino. Es propietaria de la revista El Gráfico, el 50 por ciento del canal TyC Sports (la otra mitad pertenece a Grupo Clarín) y tiene a su cargo la producción de Fox Sports para el Cono Sur de Latinoamérica.
El asunto es bastante complejo. Intentemos desmenuzarlo.
El llamado FIFA Gate estalló en la opinión pública el 27 de mayo de 2015 en el hotel Baur au Lac de Zúrich, Suiza, donde la policía irrumpió para arrestar a siete altos dirigentes del órgano rector del soccer mundial que estaban reunidos ahí. Los cargos: soborno, fraude y lavado de dinero.
FIFA Gate es un gran escándalo que apenas empieza a tomar nuevos aires. (Foto: FIFA)
El operativo se realizó a petición internacional de Estados Unidos por una investigación de la Fiscalía de Nueva York sobre la atribución de derechos mediáticos, de mercadotecnia y de patrocinio para ese país y América del Sur de torneos organizados por la FIFA. Todos los detenidos en ese momento tenían puestos relacionados con el futbol sudamericano y habrían obtenido sobornos por más de 150 millones de dólares.
Entre ellos estaba el británico Jeffrey Webb, entonces presidente de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y del Caribe de Futbol (Concacaf) y vicepresidente de la FIFA al igual que el uruguayo Eugenio Figueredo quien a su vez también era vicepresidente de la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol). De este último organismo había otros personajes como el brasileño José María Marín y el venezolano Rafael Esquivel quien también fungía como presidente de la federación de su país. Los otros eran dirigentes del soccer organizado en Costa Rica, Islas Caimán y Nicaragua.
La pesquisa ha ido ampliándose a más de 40 personas de federaciones como las de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago, y Uruguay.
La punta del iceberg es Chuck Blazer, exsecretario general de la Concacaf y exintegrante del Comité Ejecutivo de la FIFA. Murió en julio de 2017 a los 72 años, pero fue quien confesó todo al FBI, grabó reuniones con dirigentes de la FIFA y reunió evidencia suficiente como para destapar la cloaca e involucrar a muchos dirigentes de alto rango y a empresarios, considerando que para un acto de corrupción se requiere del corrompido pero también del corruptor. Ese es todo otro tema.
Blazer confesó todo al FBI antes de morir. (Foto: El Universal)
El asunto del FIFA Gate desencadenó otros escándalos locales que tienen mucho que ver con lo que sucede ahora. El más sonado se dio en Argentina.
Durante la administración de Cristina Fernández de Kirchner, el gobierno creó el programa Futbol Para Todos que consistió en que la jefatura de gabinete adquirió los derechos de transmisión de la primera, segunda y tercera división, la Copa Argentina, las eliminatorias y copas del mundo, además de las finales de torneos internacionales como la Copa América a las que llegara la selección de su país.
Todo eso lo hizo con dos objetivos. Uno era parte del conflicto que sostenía con el Grupo Clarín, que era el propietario de esos derechos, mantenía las transmisiones sólo en sus canales de TV de paga sin compartirlas con sus competidores y además mostraba una postura crítica muy severa hacia el gobierno en sus servicios noticiosos.
El otro objetivo tenía que ver con que el futbol resultó ser una herramienta invaluable para el perfil populista de la entonces presidenta porque permitía su difusión gratuita en televisión abierta, mostrando eso como un acto de justicia y equidad del gobierno para el pueblo, con el beneficio adicional de que la pauta publicitaria iba forzosamente acompañada de mensajes políticos oficialistas.
Justo en este punto es donde entra en escena Alejandro Burzaco, el empresario que ahora señala a Fox Sports, Televisa y Globo entre otras televisoras. Era el CEO de Torneos, compañía con la que se hizo en 2015 del contrato para generar y distribuir la señal de los partidos. Como operador del canal estadounidense en el cono sur, fue él mismo quien ofreció y pagó a su nombre los sobornos para hacerse de esos contratos y de derechos para la transmisión de torneos sudamericanos.
Como evidencia del delito, la fiscalía presentó un acuerdo firmado en 2008 para que una sociedad formada entre Fox y la compañía de Burzaco pagara 3.7 millones de dólares a un holding empresarial con sede en las islas Turks y Caicos para canalizar el dinero y afirmó que el documento fue firmado por un exejecutivo de la televisora norteamericana.
Cuando le preguntaron a quién mantenía al tanto de los sobornos, el argentino respondió “Fox Pan American Sports… Fox Sports”. Con ese mecanismo “la cadena obtuvo influencias y los derechos para transmitir su señal en Argentina y en otras partes del mundo”, agregó.
Eso, con respecto al presunto corruptor. En cuanto al corrompido, señaló a dos exfuncionarios de la administración de Cristina Fernández: Pablo Paladino, excoordinador de Futbol Para Todos, y Jorge Delhon, exfuncionario jurídico de ese programa quien, en un giro dramático e inesperado, se suicidó la noche siguiente al testimonio arrojándose a las vías del Ferrocarril General Roca, en la localidad bonaerense de Lanús Este.
Con eso, la ruidosa descalificación de la expresidenta en Twitter perdió bastante de su efecto.
¿Qué tienen que ver Televisa y Globo con todo esto?
Para que quede claro, repasemos antes la estructura. El gobierno argentino le compró los derechos de transmisión, por supuesto, a la Asociación del Futbol Argentino (AFA) que, como toda federación nacional de ese deporte, está afiliada al organismo rector en su área geográfica, en este caso la Conmebol, y a la FIFA para tener cabida en ese negocio mundial y acceso a participar en torneos internacionales.
En la ampliación de su testimonio, Burzaco dijo que mediante la empresa que dirigía entregó 15 millones de dólares en sobornos al entonces presidente de la AFA, Julio Grondona, de parte de la mexicana Televisa y la brasileña Globo, para asegurarse los derechos de la Copa América y otras competencias de esa región del planeta. Según el dicho, los depósitos se hicieron en dos subcuentas en los bancos suizos Julius Baer y Credit Suisse. Dado que se trata de una red de afiliaciones, se infiere que los dirigentes de la Conmebol y de la FIFA tendrían su tajada de ese dinero.
Hasta este punto la gran mayoría de los señalamientos de Alejandro Burzaco, quien está testificando en el juicio contra tres exdirigentes del futbol sudamericano a cambio de beneficios legales en el proceso que hay también en su contra, no están sustentados en pruebas documentales por lo que no puede darse a nadie como culpable al menos todavía. Como decíamos al principio, son asuntos que por ahora hay que mantener en alerta de seguimiento dada su gravedad.
Azcarraga y su empresa son señalados de corrupción en la FIFA. (Foto: Sin Embargo)
Algo que también hay que observar es que esta no es la primera ocasión reciente en que Televisa es señalada de estar envuelta en presuntos actos de corrupción relacionados con la FIFA.
Apenas el 26 de octubre de 2017, el periódico The New York Times publicó una nota en que señala a una empresa basada en Suiza, llamada Mountrigi Management Group, que “pagó cerca de 190 millones de dólares para afianzarse las transmisiones de los mundiales de 2018 y 2022, según (Frank) Dunne. Los contratos para los torneos de 2026 y 2030 probablemente costaron más, pero mucho menos que la cantidad que valen en la actualidad” considerando la expansión del torneo de 32 a 48 equipos y el crecimiento orgánico en el valor de la competencia de ciclo a ciclo.
Dunne es el editor de TV Sports Markets, publicación de bastante prestigio en el medio futbolístico y, según la nota, afirma que “las autoridades en Estados Unidos ayudaron a revelar que Mountrigi es en realidad una filial de la gigantesca cadena mexicana de televisión Grupo Televisa”.
Todo suena a un gran cochinero. La FIFA y muchas federaciones nacionales de futbol están envueltas en grandes escándalos de corrupción. La sabiduría popular dice que cuando el río suena es que agua lleva, pero la objetividad aun no permite señalar a las televisoras implicadas como culpables o inocentes a la luz de la ley. Mantengamos este asunto bajo la lente.
Por ahora, nada más una preguntita final. Si todos los hechos descritos sucedieron en Sudamérica y Europa, ¿qué cuernos hace Estados Unidos investigándolos y juzgándolos? El argumento es que muchos de los sobornos y el lavado del dinero producto de ellos, que constituirían delitos, se habrían cometido en su territorio o al menos se habrían triangulado vía su sistema financiero.
*Las columnas de opinión de CC News reflejan sólo el punto de vista del autor.