En 2019, Luis Humberto ‘N’ y presunto integrante de la Mara Salvatrucha de El Salvador, fue detenido en Acayucan, Veracruz, luego de asesinar a Miguel ángel Medina, miembro de la comunidad LGBT+, en ese municipio de México, y quien tan sólo tenía 21 años de edad. Familiares y amigos consideraron que el ataque contra el joven se debió a un crimen de odio por sus preferencias sexuales.
Y es que en la MS se podrá permitir cualquier cosa, menos ser homosexual. Si fuera de la célula delictiva centroamericana el amar a otro hombre está estigmatizado y mal visto, dentro de ella todavía más. Esto lo confiesa Giovanni, en una historia que ha recorrido el mundo gracias a Marlén Viñayo. Para la Mara, amar a un hombre es muchísimo peor que asesinar a una persona.
‘Es más fácil matar a una persona que amar a un hombre’
Esta frase es la que enmarca el documental dirigido por Marlén Viñayo llamado “Imperdonable”, el cual surgió de la curiosidad de Viñayo por mostrar algo diferente a lo que todos conocen sobre la Mara Salvatrucha, por lo decidió adentrarse en la prisión de San Francisco Gotera, en El Salvador, en donde un grupo de pandilleros y expandilleros reconoce abiertamente su homosexualidad.
Giovani, a quien no se le romantiza ni se le trata como víctima, pues también había cometido crímenes atroces siendo parte de una pandilla, intenta que también se vea la perspectiva de un homosexual siendo parte de una organización en la que se les odia por ser ellos mismos.
Este joven de 25 y quien fuera parte de una pandilla desde los 12 años, tiene una relación de pareja con otro hombre con quien comparte celda y explica: “el ser humano es muy complejo. Es muy fácil juzgar desde el prejuicio que tenemos cada uno, pero que, si conoces mucho más las historias de cada uno, te das cuenta de que todo es mucho más complicado”, retoma del documental la BBC de Londres.
‘Los matan de una forma terrible’
Carlos Martínez, periodista que ha llevado la cobertura de decenas de acontecimientos referentes a las pandillas en El Salvador, relata también lo complicado que es para los homosexuales revelar su condición dentro de una organización como los maras.
“No sólo desprecian la homosexualidad y a los homosexuales o cualquier otra expresión de identidad sexual o de género. Los asesinan y los asesinan mediante la tortura y es de las primeras cosas que queda muy claro cuando uno conoce el fenómeno pandillero. Si sospechan que alguien es gay o que tienen conductas que consideran gays, los matan de una forma terrible”, relató para El País, Martínez.
“Giovanni, se hace llamar a sí mismo Fresita. El tipo era un sicario. Dentro de la celda, todos están ahí por homicidio y decían: “El malo es este cipote”. Este tipo hizo cosas que no tienen nombre, es terrible. Pero al mismo tiempo es bien difícil asociar la palabra ternura a un sicario de una organización criminal, y Fresa era como profundo”, describió Viñayo. “Yo pienso que matar a una persona sí es malo, pero no es tan difícil, pero amar a otro hombre es algo fuera de lo natural”, dice Giovanni abriendo la posibilidad al debate sobre el amor homosexual al interior de una pandilla. “Te van a matar”, le decían. “No me importa, porque me voy a morir con la persona con la que soy feliz”.
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