“¿Cuánto cuesta un privado con la sexy robot de la barra?”, suena a una frase que sólo escucharíamos en series de televisión como Futurama, escrita por Matt Groening. Lo cierto es que no estamos demasiado lejos de esta realidad: el pasado 8 de enero, como parte del Consumer Electronics Show (CES) 2017, celebrado en Las Vegas, Nevada, Estados Unidos, el club de strippers Sapphire Gentleman’s Club sorprendió a su clientela con un show único: un par de robots sensuales bailaban en el tubo.
El CES es uno de los eventos de tecnología más importantes del mundo, pues se dan muestras del futuro de dicha industria y sus retos. Pero en esta edición, los asistentes de la feria fueron invitados al club nocturno para celebrar el inicio de la feria con un suculento baile para caballeros, pero fueron sorprendidos cuando en la barra principal unas bailarinas de carne y hueso levantaron unas telas para descubrir la nueva faceta del entretenimiento para adultos. Sí, robots strippers programadas para bailar durante horas sin sudar.
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Las robots strippers contonearon sus cadenas en el tubo, lucían tacones muy altos, tenían una cámara CCTV por cabeza y un liguero en los muslos para que el público, si estaba lo suficientemente convencido, les pusiera algunos billetes.
La obra fue creada por Giles Walker, un artista británico que se autodefine ocioso de la chatarra con una pasión por la robótica. Según Walker, las robotstrippers tienen cámaras de video vigilancia en vez de cabeza porque se inspiró en los ideales voyeristas, los cuales dictan mirar a los demás por placer, situación que observó en las cámaras CCTV en Londres.
De acuerdo con la cadena CNBC, estas bailarinas androides, de nombres R2DoubleD y TripleCPU, estuvieron bailando del 9 al 13 de enero como parte de una campaña publicitaria para atraer a los amantes de la tecnología a Las Vegas.
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El dueño del club Sapphire, Peter Feinstein, dijo en entrevista al diario DailyBeast que las autómatas del erotismo representan la inmersión de la tecnología en el negocio de los tubos y los bailes sensuales.
Estamos ofreciendo un lugar diferente para ir. Si son seis personas de una compañía y hay dos mujeres y cuatro hombres, aún pueden estar aquí y pasar un buen rato, ver a los robots y no sentir que deben formar parte de un club de strippers.
Divertido para algunos y repulsivo para otros, dicho momento provocó polémica por la objetivización de las mujeres y la insensibilidad de la industria de la robótica que cada día mezcla más factores con el erotismo, el cual podría dejar sin una fuente de trabajo a miles de personas.
Un privado puede costar desde 30 a 400 dólares en Las Vegas, pero un robots sexual es una inversión de 15 mil dólares. (Foto: Getty)
Según el portal Las Vegas en Español, un baile en un club nocturno de una canción cuesta 20 dólares, mientras que una danza VIP con tres canciones tiene un coste de 100 dólares. Sin embargo, el servicio con champaña y bailes de una hora o privados equivale a 400 dólares en efectivo. Todo ese dinero de distribuye entre strippers, camareros, garroteros, cadeneros, cocineros, limpieza e inversionistas.
El relato de una stripper de las Vegas al Daily Mail, detalló que sus ganancias en propinas al año son cercanas a los 60 mil dólares, sin contar el sueldo fijo. Por otro lado, las muñecas sexuales ahora son parte de una industria de juguetes sexuales cada día más avanzados que generan 30 mil millones de dólares al año, según datos del portal Sex Robot Informer.
Las hay de todos tamaños y piezas intercambiables para gusto del cliente, con sonidos e inteligencia artificial. La compañía californiana Abyss Creations estima en 15 mil dólares una muñeca sexual, un costo caro para una persona promedio pero no para la industria del erotismo en Las Vegas.
Por su parte, Kate Devlin, feminista, defensora de los robtos sexuales y académica de la Universidad de Londres, lamentó que nuevamente las fiestas heteronormalizadas busquen objetivar a las mujeres con máquinas sexuales sin sentimientos para satisfacer placeres primitivos masculinos.
Sí, la sociedad tiene suficientes problemas con los estereotipos de género, el sexismo y la objetivación sexual. La sociedad se está replanteando el dualismo sexo/género ¿Por qué un robot sexual debería ser binario? ¿Por qué no se exploran nuevas ideas inclusivas y de cambio social?
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