CIUDAD DE MÉXICO. – China y la Unión Europea tienen más de cuatro décadas de haber entablado relaciones diplomáticas, pero fue hasta el 19 de mayo del año 2000 cuando firmaron un acuerdo comercial que le permitió al gigante asiático entrar a la Organización Mundial del Comercio. En 2023 se cumplen 23 años de este histórico acuerdo.
Pero muchas cosas han sucedido durante este periodo, que este 19 de mayo cumple un año más de haberse realizado, uno de los más importantes, sin duda, es que el país asiático es una de las potencias mundiales y uno de los protagonistas que mueve los hilos económicos y militares de la escena mundial.
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A pesar de que las relaciones se han fortalecido a través de los años, no es un secreto que también se han tensado, pues el gigante asiático ha obtenido más poder y es uno de los países que apoya a Rusia, que actualmente tiene un conflicto armado con Ucrania.
“El problema de China es mucho más complejo que el de Rusia. A diferencia de Rusia, es un verdadero actor sistémico. Rusia representa el 1% del producto nacional bruto (PNB) mundial, mientras que China se acerca al 20% y su PNB será el más alto del mundo en tan solo unos años”, analizó Josep Borrell, representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
Esta situación por supuesto enfrenta de manera importante al país asiático con sus socios europeos, que en su mayoría están en contra de las acciones que Putin ha tomado en contra de su vecino ucraniano y que al final han afectado a nivel global.
“Hay al menos tres razones para recalibrar la política: el grado en que China está cambiando, con el nacionalismo y la ideología en alza; el endurecimiento de la competencia entre Estados Unidos y China, que afecta a todos los ámbitos políticos; y el hecho de que China es un actor clave en cuestiones regionales y mundiales”, agregó Borrell.
De acuerdo al documento que presentó el diplomático europeo a los 27 representantes de la UE, hay que construir una relación realista, pragmática y coherente, en conjunto, que se traduzca en una baja de riesgos y una menor dependencia de país asiático, pero al mismo tiempo no obstaculizar los intercambios comerciales ni la cooperación entra ambas partes.
“Si queremos construir una nueva estabilidad en nuestras complejas relaciones, la UE y sus Estados miembros deben mantenerse firmes, pero no enfrentados. Debemos tener clara la naturaleza de esta relación. La rivalidad sistémica puede aparecer (…) pero esto no debe disuadir a la UE de mantener abiertos los canales de comunicación y buscar una cooperación constructiva con China”, aseguró Josep Borrell.
El responsable de la Política Exterior y de Seguridad tiene muy claro el poder, así como el futuro, que se vislumbra para China en las siguientes décadas, pues propone trabajar y construir en torno a la que se proyecta como la mayor potencia del planeta en las siguientes generaciones.
“Claramente construir un nuevo orden mundial con China en el centro, convirtiéndose en la primera potencia mundial, simbólicamente en 2049, centenario de la creación de la República Popular de China. Una derrota rusa en Ucrania no hará descarrilar la trayectoria de China; conseguirá aprovecharse geopolíticamente de ella.
“La UE está dispuesta a dialogar seriamente con China en este tema crucial y da la bienvenida a todos los movimientos genuinamente positivos provenientes de China con el objetivo de encontrar una solución. Las relaciones entre la UE y China no se desarrollarán si China no presiona a Rusia para que se retire de Ucrania”, sentenció el jefe diplomático en su documento.
De acuerdo a Josep Borrell, el documento que presentó con las diferentes propuestas que se mencionan para ‘recalibrar’ las relaciones que tiene la Unión Europea con el gigante asiático fue bien aceptado por la mayoría de los representantes.
“Los Veintisiete respaldan la música del texto. Habrá palabras que querrán cambiar, matices, pero el documento es un enfoque sólido y completo hacia China. No he escuchado ningún desacuerdo concreto”, expresó el jefe diplomático para Asuntos del Exterior.
Por su parte, el lituano Gabrielus Landsbergis, Ministro de Asuntos Exteriores de su país, alzó la voz y destacó que tienen que ser más conscientes sobre China, pues se está construyendo un nuevo orden mundial y la Unión Europea no puede ser un actor pasivo.
China y Estados Unidos generan tensión
El gigante asiático, así como Estados Unidos, que sigue siendo una de las potencias mundiales más poderosas e influyentes en todo el planeta, actualmente tienen relaciones diplomáticas muy tensas. Incluso, en marzo pasado, Qin Gang, ministro de asuntos exteriores, aseguró que una confrontación y el conflicto son inevitables si el país americano no cambia.
“Si Estados Unidos no pisa el freno y sigue avanzando a toda velocidad por el camino equivocado, no habrá barandilla que pueda evitar el descarrilamiento, y seguramente habrá conflicto y confrontación”, aseguró Qin Gang.
Por su parte, Estados Unidos no está nada complacido con el crecimiento y poder que adquiere cada vez más su rival asiático, pues es una verdadera amenaza para ocupar su lugar como la potencia más importante, además que muchos países del continente americano han fortalecido sus relaciones con China.
A esto se suma que la Unión Europea busca mantener y fortalecer o ‘recalibrar’ las relaciones comerciales, también diplomáticas, con el país que amenaza con tomar el liderazgo mundial, algo que afectaría de manera directa a los norteamericanos en sus aspiraciones de seguir a la cabeza de la economía.
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