A pesar de las expectativas que se tenían en cuanto al crecimiento de la economía en China, el Producto Interno Bruto (PIB) creció de manera considerable gracias, en gran medida, a la eliminación de las medidas que el país asiático mantenía contra el Covid-19. Esto significó la reanudación de la actividad económica que derivo en un crecimiento del PIB en un 4.5%, solamente en el primer trimestre del año.
Y no es para menos la sorpresa, pues el 2022 fue uno de los peores años para la economía china, pues el crecimiento del PIB solamente fue del 3% en todo el año, dejándolo como el año con el peor desempeño en décadas. Con esos resultados, para el 2023 se mantenían muy atentos a cómo iniciaría, pues apenas en diciembre de 2022 decidieron levantar las restricciones sobre el Covid-19.
Luego del análisis del primer trimestre del 2023, obtuvieron una cifra superior a 4%, que era lo que esperaban los analistas y por encima del 2.9% del trimestre anterior. Si bien lograron, desde 2019, mantener el coronavirus bajo control con severas restricciones, golpeó duramente a los negocios y a las cadenas de suministros; por ello, los analistas ven por buen camino la reactivación económica y esperan que se supere el 5% de PIB que tenían considerado para este 2023.
- “En términos netos, las cifras del primer trimestre de China han sido decentes, lo que les mantiene en la senda de su objetivo de crecimiento en torno al 5% este año”, afirmó Matt Simpson, analista de mercados de City Index.
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Comienza a estabilizarse la economía en China
Un repunte en el gasto de los consumidores, que ya pudieron salir a las calles sin restricciones, y un aumento en la inversión en la infraestructura del gobierno, ayudaron a impulsar el crecimiento del primer trimestre de este año, sin embargo, la recuperación económica ha sido desigual, pues la desaceleración de los precios y el aumento del ahorro bancario han sembrado dudas sobre la demanda.
- “La caída de riqueza de los hogares debido a la crisis inmobiliaria y la pérdida de ingresos de los hogares durante la pandemia son factores por los cuales los consumidores no han gastado más”, indicó Teewe Mevissen, analista de Rabobank.
Algunos de los indicadores que se dieron a conocer y que ayudaron a la recuperación económica, a pesar de ser algunos no tan favorables, fueron los siguientes:
- Las ventas minoristas aumentaron un 10.6% respecto al año anterior, superando las expectativas de los economistas de un salto del 7.5%.
- La producción industrial aumentó un 3.9%, en comparación con una proyección de crecimiento del 4.4%.
- La inversión en activos fijos en China ganó un 5.1% en el primer trimestre respecto al año anterior, en comparación con un aumento del 5.7% proyectado por los economistas.
- La inversión inmobiliaria siguió contrayéndose, cayendo un 5.8% en el periodo.
- La tasa de desempleo urbano disminuyó a 5.3% el mes pasado desde 5.6% en febrero.
China, considerada la segunda economía mundial, no solo enfrenta el mantener el crecimiento de su PIB, sino también enfrenta otra serie de desafíos, como la elevada deuda en el sector inmobilario, el que los consumidores puedan perder la confianza, la inflación y sobre todo, la amenaza de recesión que se mantiene a nivel mundial y que en algunos países, como Estados Unidos, esa recesión está mermando de manera considerable su economía, cosa que podría llegar a repercutir en la economía de México.
Con información de Expansión, El Financiero / Fotos: EFE