LONDRES INGLATERRA.- Este sábado, los ojos del mundo se encontraron atentos de la coronación del Carlos III en un evento lleno de tradiciones y simbolismos, y uno de los aspectos más importantes son las joyas, objetos rituales y las prendas que el monarca lleva durante la ceremonia. La mayoría de estas joyas y piezas datan de la restauración de la monarquía británica en 1661, cuando se crearon nuevas normativas para la creación y preservación de los tesoros reales, para reemplazar los que habían sido fundidos y convertidos en monedas por el Gobierno republicano de Oliver Cromwell.

Sigue leyendo: Coronación del rey Carlos III de Inglaterra: Todos los detalles del evento

El Orbe del Soberano es uno de los objetos más importantes y significativos utilizados durante la ceremonia de investidura real. Se trata de un globo terráqueo dorado incrustado con diamantes que simboliza el poder del monarca en todo el mundo cristiano. Durante la ceremonia, el monarca lleva varias prendas y objetos rituales, como la Túnica de Estado de terciopelo carmesí y armiño, la Supertúnica o Túnica Real dorada, la Estola Real y el Manto Imperial dorados.

Las joyas de Carlos III cuentan con un valor sacro y cultural

Estas prendas tienen un gran valor simbólico, ya que representan la autoridad absoluta del monarca sobre su reino. Además, también se utilizan para resaltar el carácter solemne y ceremonioso del evento, al tratarse de un ritual religioso, ya que el Carlos III es ahora también el gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra. Por esta razón, se les concede tan alto nivel de importancia y respeto a estos objetos rituales en las investiduras reales.

El monarca también sostiene la Espada de la Justicia, que simboliza el poder del monarca, y la Espada de la Misericordia, que representa la misericordia y la compasión. Además, la corona utilizada durante la coronación es la Corona Imperial de Estado, una impresionante pieza de joyería adornada con diamantes, perlas y otras piedras preciosas.

Durante la ceremonia, el rey se cubre la cabeza con la corona, lo que simboliza su pleno acceso al poder como jefe de Estado, de la Iglesia de Inglaterra y rey del Reino Unido y de los otros Reinos de la Mancomunidad de Naciones. Esta ceremonia representa una tradición única en el mundo actual, una que se remonta a la época medieval.

No obstante, esta tradición también ha sido acusada por algunos de ser opulenta y excesivamente arcaica desde un punto de vista social y cultural. Estas críticas han surgido debido a que muchos ven estas ceremonias como meros símbolos de status y privilegio para los privilegiados. Esta mañana, las fuerzas de seguridad inglesas reportaron que detuvieron a “algunas personas sospechosas” de actos de protesta relacionados a la realización del evento.

La joya de la disputa diplomática

Te recomendamos: Coronación Rey Carlos III: ¿qué es la Commonwealth, cómo funciona y por qué algunos países rechazan al nuevo rey?

En realidad, las mismas joyas de la corona han sido objeto de polémica en más de una ocasión. Uno de los ejemplos más destacados es el Koh-i-Noor, un diamante que se encuentra en la Torre de Londres y que es considerado como la joya más preciada de Gran Bretaña. El diamante fue tomado de la India en el siglo XIX, y su posesión ha generado controversia durante décadas.

La India ha manifestado reiteradamente su intención de recuperar el diamante, sin embargo, Gran Bretaña se ha negado a devolverlo. Esta postura ha generado un debate acerca de la preservación del patrimonio histórico y cultural, además de la reglamentación legal sobre el uso y propiedad de los tesoros arqueológicos.

La reina Camilla lleva la corona de la reina María, el cual cuenta con una antigüedad de 112 años. La decisión de Camilla de no usar la corona de la reina madre que contiene este polémico diamante Koh-i-Noor ha evitado reavivar una disputa diplomática con India. La corona de la ahora reina tiene los diamantes personales de Isabel II incorporados, y los Cullinan III, IV y V, que ella lucía frecuentemente como broches.