Cam-Man
Las selfies se han convertido en el mal a vencer. El caso más reciente es el de una señora con dos hijos que, por sentarse en un barandal para tomarse una selfie, se cayó desde el piso 27 en Panamá. “Muerte por selfies bobas”, llaman en inglés a esta nueva epidemia.
Leer sobre fotografía nos ayudará a entender que la foto es algo más –mucho más– que tomarse selfies, que la fotografía tiene 150 años de antigüedad, que la fotografía es mucho más que Instagram…
Por eso, ¡Cam-Man está aquí! Mitad hombre y mitad cámara, Cam-Man es el hombre cámara que nos ofrece algo más que likes y selfies.
El cómic
Óscar es uno de los blogueros especializados en foto más importantes del mundo hispanohablante. Tiene millones de lectores que revisan su blog Óscar en Fotos, escribe una columna sobre fotografía en El Universal, dirige el podcast Imagen Líquida y es un apasionado –pero apasionado de verdad– de todo lo que tenga que ver con cámaras, fotolibros, colecciones de fotos y descubrimientos singulares.
Y ahora, después de varios años de trabajo con Sergio Padilla, lanzaron juntos Cam-Man, el primer cómic sobre foto que se produce en México. La intención, dicen los autores, es “explorar en cada capítulo una aventura de ficción basada en datos históricos, que tiene como escenario la historia de la fotografía”.
En cada número se presenta la biografía de un fotógrafo mexicano, empezando por Nacho López. Después vendrán los números sobre Héctor García, Manuel Álvarez Bravo, Agustín Jiménez, Agustín Víctor Casasola y muchos más. Además, Cam-Man ofrece tips fotográficos, cuenta historias de cámaras legendarias, explica fotos alucinantes y, en resumen, enseña a ver con ojos nuevos y a apreciar la fotografía, pero de verdad.
¿Quién es Janluc Daguerre?
Janluc Daguerre es Cam-Man. Yves Lequesne es el ilustrador que le dio vida a este insigne descendiente de Daguerre. Y ya con el nombre comienza la aventura: Daguerre fue el primero en fijar una imagen hace exactamente 180 años. Desde entonces, la tecnología ha evolucionado tanto que Janluc tiene un ojo con una biotecnología inaudita, capaz de fotografiar lo que ve. Y, además, Janluc viaja en el tiempo, lo que le permite mostrarnos a los grandes fotógrafos del pasado.
Cam-Man se está presentando y vendiendo estos días en distintos foros, con transmisiones en vivo a través de Facebook Live. El primer tiraje es de 10,000 ejemplares. Así que córrele a comprarlo antes de que se agote.
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Para leer
Olivier Debroise
Fuga mexicana
Gustavo Gili (2005), 384 páginas
Si quieres profundizar más en la historia de la fotografía en México, uno de los libros clásicos es Fuga mexicana. El autor comienza con una discusión sobre el uso de la fotografía más allá del arte. Ahí está, para no ir más lejos, el caso de Guadalupe, una imagen que se ha explotado en términos religiosos y, más recientemente, también económicos. Habla también sobre los orígenes de la fotografía en México, invención que trajo un francés de apellido Prélier en diciembre de 1839, quien ofreció exhibiciones públicas en el puerto de Veracruz, nada más al desembarcar, y en el centro histórico de la Ciudad de México. Al parecer, esas primeras ocho imágenes que produjo existen todavía.
El libro avanza cronológica y temáticamente, como si se tratara de una pieza musical. Observa que nuestra fascinación por la fotografía se convirtió en fetiche –el más reciente, la selfie– quizá en parte gracias a Proust, pues los personajes de En busca del tiempo perdido “se hacen retratar una y otra vez, intercambian sus eficies, las adoran o las destruyen e, incluso, las roban, si el caso lo requiere”.
Cuando Debroise trata la obra de Nacho López, ofrece una cita del fotógrafo que viene a cuento hoy, cuarenta años después, porque estamos rodeados de cámaras y expuestos a una avalancha de fotos sobre “lo mexicano”:
Muchos fotógrafos, siguiendo una tendencia que se ha puesto de moda, retratan a los humildes en forma superficial y degradante, ignorando el trasfondo social. Con ello le hacen el juego a los poderosos que insisten en presentarnos como países somnolientos pero paradisíacos, aculturizándonos a través de sus medios publicitarios. Estos fotoógrafos-turistas retratan al zoológico humano sin considerarse como parte integrante del mismo zoológico. Y cuando muestran sus fotos llenas de “colorido local” y pintoresquismo folclórico, el comentario es inmediato: ¡Qué bonito! ¡Qué interesante!
Así que, antes de tomar la siguiente selfie o de fotografiar al siguiente vagabundo o indígena o campesino, pensemos en Nacho López y en Cam-Man.
Enrique G de la G
gdelag@gmail.com
*Las columnas de opinión de CC News reflejan sólo el punto de vista del autor.